Y, por supuesto, tiene muchísimas ventajas, pero no todo es tan bonito como parece. Con lo cual, antes de lanzarte de lleno a esta disciplina, es importante que tengas el panorama claro: sí, los beneficios son enormes y seguramente superan a los puntos negativos, pero las desventajas también están ahí y es mejor que las tengas en cuenta desde el principio.
Es por ello que a continuación veremos lo bueno y lo malo de estudiar marketing digital para que tomes una decisión lo más consciente posible.
Ver también: ¿En qué puedo trabajar si estudio marketing digital?
¿Te interesa la moda? ¿La tecnología? ¿La salud? Todos los sectores necesitan darse a conocer y promocionarse en el ámbito digital. Esto significa que, literalmente, puedes elegir el sector que más te interese o en el que te sientas más cómodo. Ahora, que haya demanda en todas partes no significa que será fácil abrirte camino. Tendrás que adaptarte a las particularidades de cada industria y entender sus dinámicas para ser verdaderamente un profesional efectivo.
¿Tienes una idea para un negocio? Con conocimientos en marketing digital tendrás la capacidad para darle ese impulso inicial que tanto cuesta. Aprenderás a cómo construir una marca, atraer clientes y posicionarte en el mercado. Esto es particularmente valioso si no cuentas con un gran presupuesto inicial, ya que las estrategias digitales suelen ser más económicas que las tradicionales. Sin embargo, aquí hay un "pero": saber de marketing no garantiza que tu emprendimiento será un éxito. La ejecución, la propuesta de valor y la resiliencia son igual de importantes.
En internet hay un mar de recursos gratuitos que puedes usar para complementar tus estudios o para aprender desde cero. Ahora, aunque esto suene increíble, no te debes confiar, porque mucha de esta información está desactualizada, es superficial o, en el peor de los casos, incorrecta. Por ello, saber diferenciar entre contenido valioso y relleno inútil es una habilidad en sí misma que deberás desarrollar. Además, aunque puedas aprender mucho de forma gratuita, eventualmente necesitarás invertir en formación de calidad si buscas elevar de manera palpable el nivel de tus conocimientos en este campo.
Lo bueno del marketing digital es que las habilidades que aprendes pueden ser útiles en otras áreas empresariales, como por ejemplo ventas, relaciones públicas, desarrollo de productos o recursos humanos. Con lo cual, si en algún momento decides cambiar de rumbo profesional, lo que aprendiste no se quedará en el olvido. Eso sí, no esperes que todo lo aprendido sea igual de relevante en todos los contextos; habrá cosas que simplemente no te servirán fuera del ámbito digital.
Un aspecto que siempre se valora a la hora de querer dedicarse a un determinado campo laboral, es la demanda continua de profesionales, ya que ello te garantiza mayores oportunidades de empleo y crecimiento profesional. En el caso del marketing digital, esta demanda no para de crecer debido a la constante expansión del mundo digital y al cambio en los hábitos de consumo, donde cada vez más personas buscan productos y servicios en línea.
Para bien o para mal (dependiendo de cada quien), hacer buen marketing requiere de creatividad, ya que debes idear constantemente estrategias originales para captar la atención de un público que es cada vez más difícil de sorprender y mantener interesado. Esto, a la larga, hará que desarrolles una mentalidad más innovadora y flexible, la cual puede ser muy valiosa ya no únicamente en el ámbito profesional, sino también en el personal.
Si crees que solo por estudiar marketing digital ya estás listo para comerte el mundo, estás equivocado. Cada año miles de personas están entrando a este campo, y no basta con ser bueno; tienes que ser excelente. ¿Tienes un portafolio sólido? ¿Certificaciones relevantes? ¿Resultados comprobables? Si no, prepárate para pelear duro por cada oportunidad.
El marketing digital está lleno de promesas de resultados inmediatos: pero la realidad es que muchas estrategias toman tiempo para dar frutos. Los clientes, sin embargo, no siempre lo entienden y pueden presionarte para que entregues resultados en tiempo récord. Esto evidentemente puede generar muchísimo estrés, en especial si trabajas con personas que no entienden cómo funciona el mundo digital.
Todos los días aparece una nueva plataforma, herramienta o estrategia que promete “revolucionar” el mercado. Y si bien al principio puede sonar como algo emocionante, también puede ser bastante agotador, ya que si intentas seguir cada tendencia terminarás desgastado y, peor aún, podrías perder el enfoque en lo que realmente funciona para tu caso o el de tus clientes.
No todas las campañas serán un éxito, y los fracasos duelen, sobre todo cuando has invertido tanto tiempo y esfuerzo. Peor aún, los clientes no siempre entienden que el marketing digital es un proceso de ensayo y error (no siempre, pero en muchas ocasiones sí), y pueden culparte directamente cuando las cosas no salen como esperaban. Por lo tanto, si no trabajas bien tu parte mental y emocional, las críticas pueden erosionar tu confianza y hacerte cuestionar tus habilidades.
El marketing digital está en constante evolución, y lo que hoy es la última tendencia es posible que mañana sea irrelevante. Esto significa que nunca puedes bajar la guardia; siempre estarás aprendiendo y actualizándote, por lo que si no te gusta estar en constante cambio este campo te agotará muy rápidamente.
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