Esto es lo que llamamos "gestionar los tiempos de entrega". Suena sencillo, pero en realidad es un proceso que incluye muchas etapas y detalles, sobre todo cuando las mercancías cruzan fronteras y viajan largas distancias.
Los tiempos de entrega son el tiempo que pasa desde que alguien hace un pedido hasta que recibe el producto. Por ejemplo, si compras algo por internet y te dicen que llegará en 5 días, esos 5 días son el tiempo de entrega.
En la logística internacional, estos tiempos son mucho más complicados porque hay que mover mercancías de un país a otro. Ello implica usar distintos medios de transporte, pasar por aduanas, lidiar con regulaciones y, a veces, enfrentar problemas como mal clima o huelgas.
Cuando se trata de logística internacional, hay muchas cosas que pueden afectar cuánto tiempo tarda un producto en llegar a su destino. Entre los factores más importantes, están:
No todas las mercancías viajan de la misma manera. Hay tres opciones principales:
La elección del medio de transporte dependerá del tipo de producto, la distancia y la urgencia de la entrega.
Cuando una mercancía cruza una frontera, debe pasar por aduanas, siendo aquí donde las autoridades revisan que todo esté en regla, lo que incluye:
Si los papeles no están completos o hay errores, el proceso se detiene, y eso puede retrasar la entrega varios días o semanas.
El mal tiempo puede afectar todos los tipos de transporte. Por ejemplo:
Aunque nadie puede controlar el clima, las empresas deben estar preparadas para estos imprevistos.
Huelgas en puertos, protestas o conflictos entre países también pueden retrasar los envíos. Por ejemplo, si un puerto está cerrado por una huelga, los barcos no pueden descargar sus mercancías.
A veces, los puertos, aeropuertos o almacenes están tan llenos que las mercancías no pueden ser procesadas de inmediato. Ello puede añadir días de espera al tiempo de entrega.
Las empresas que usan tecnología para rastrear envíos y planificar rutas tienden a ser más rápidas. Por el contrario, las empresas que no tienen estos recursos pueden tardar más en resolver determinados problemas.
Aunque no se pueden controlar todos los factores (como el clima), hay muchas cosas que las empresas pueden hacer para gestionar mejor los tiempos de entrega. Algunas de ellas, son:
Antes de enviar cualquier producto, es importante planificar cada paso del proceso, lo cual incluye:
Cada medio de transporte tiene sus ventajas y desventajas. Las empresas deben elegir el que mejor se adapte a sus necesidades. Por ejemplo, si un cliente necesita algo urgente, lo mejor es usar transporte aéreo, aunque sea más caro.
Es importante trabajar con empresas de transporte y agentes aduaneros que tengan experiencia y buenos antecedentes. Estos socios conocen las rutas, las normativas y saben cómo resolver problemas rápidamente.
Herramientas como sistemas de rastreo en tiempo real permiten saber dónde está cada envío en todo momento, lo que ayuda a detectar y solucionar problemas antes de que se conviertan en grandes retrasos.
Tener rutas alternativas en logística internacional significa contar con planes de respaldo en caso de que la ruta principal de transporte no esté disponible o se vea afectada por algún problema.
Por ende, si una ruta principal está bloqueada (por ejemplo, debido a una huelga o mal clima), siempre es útil tener un plan B. Así:
Tener todos los documentos en orden y conocer las reglas de cada país evita problemas en aduanas. Muchas empresas contratan especialistas en comercio internacional para manejar esta parte.
Ver también: ¿Cómo ser especialista en comercio internacional?
Si estás interesado en trabajar en logística o comercio internacional, aprender a gestionar los tiempos de entrega es una de las habilidades más importantes que puedes desarrollar. Conoce nuestra Maestría en Logística, Transporte y Distribución Internacional y conviértete en un maestro del manejo de los tiempos de entrega en el ámbito global.
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