Las mercancías son aquellos productos que pueden ser comercializados en el mercado, bien obteniéndolos pagando un precio, o vendiéndolos a un determinado coste.
Una mercancía es cualquier bien capaz de satisfacer una demanda. Es de carácter comerciable, es decir, que se puede comprar o vender en el mercado.
Electrodomésticos: Cocinas, lavadoras, microondas, refrigeradores, aires acondicionados, etc.
Alimentos: Frutas, verduras, productos lácteos, carnes, pescados, granos, etc.
Dispositivos electrónicos: Móviles, ordenadores, laptops, tablets, relojes inteligentes, etc.
Vehículos: Automóviles, motocicletas, bicicletas, camiones, etc.
Ropa: Pantalones, camisetas, blusas, trajes, corbata, lencería, calcetines, calzados, cinturones, sombreros, brasieres, faldas, gorros, guantes, vestidos, suéteres, etc.
Es comerciable: Alude a que el objeto puede ser vendido o comprado.
Cubre una necesidad: Tiene la capacidad de satisfacer una demanda en el mercado.
Su fabricación conlleva un coste: Elaborar una mercancía implica destinar ciertos recursos a ello, como materia prima, mano de obra, marketing, logística y otros costes relacionados.
Busca obtener ganancias: Habitualmente, una mercancía se elabora con la finalidad de obtener beneficios económicos.
Existen diversos tipos de mercancías:
Materia prima: Son aquellos materiales extraídos de la naturaleza y que son factibles para ser transformados posteriormente en un bien de consumo. Por ejemplo: Madera, algodón, lana, petróleo y azúcar.
Bien intermedio: Son los productos que ya han sido sometidos a un primer proceso industrial, pero que aún no pueden ser utilizados por el consumidor final. Por ejemplo: La madera, que es materia prima, es transformada a tablones. Desde este punto estos tablones pueden pasar por otro proceso industrial para ser transformados en camas, muebles, sillas, etc.
Producto terminado: Se refiere a los bienes cuyo proceso de producción ha finalizado y, por ende, pueden ser destinados hacia los clientes finales. Se conocen como productos elaborados o bienes consumo. Por ejemplo: La leche, que es materia prima, puede ser transformada al queso, un producto final.
Mercancía perecedera: También conocida como carga perecedera, son los productos con una vida útil limitada y susceptibles al deterioro ante determinadas condiciones ambientales. Por ejemplo: Frutas, verduras, plantas, flores, carnes, peces, moluscos, alimentos procesados, productos lácteos y productos médicos.
Mercancía no perecedera: Son aquellos productos que no se deterioran con el pasar del tiempo o ante ciertas condiciones ambientales. Por ejemplo: Alimentos enlatados (atún, salsa de tomate, legumbres, frijoles, alcachofas, etc.), alimentos envasados (arroz, yogurt, frutos secos, etc.) y otros productos en polvo como la leche, la harina y el café.
Mercancía peligrosa: Son los objetos o sustancias con alto nivel de peligrosidad, por lo que requieren ser manipulados con especial cuidado. Por ejemplo: Explosivos, material radioactivo, líquidos inflamables, sustancias tóxicas, etc.
Mercancía voluminosa: Son cargas con grandes dimensiones. Por su tamaño, requieren también de especial manipulación. Por ejemplo: Piezas de transportes de gran magnitud (aviones, barcos y ferrocarriles), maquinaria industrial, partes de un aerogenerador, etc.
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