Muchos se preguntan si estudiar una maestría en ciencia de datos es una inversión que realmente vale la pena.
La respuesta breve es sí. Una maestría puede ser una excelente opción si buscas un cambio de industria, prefieres un enfoque de aprendizaje organizado, aspiras a roles de liderazgo, deseas mejorar tus oportunidades laborales, te interesa la docencia o si necesitas afianzar tus conocimientos en áreas como matemáticas, estadística y computación.
Ahora, cabe recalcar que no todas las personas que trabajan en este campo tienen un posgrado, y muchas han logrado tener carreras exitosas aprendiendo de manera autodidacta. Sin embargo, en ciertas situaciones, contar con un título de maestría es muy favorable, como veremos a continuación.
Si trabajas en un sector ajeno al análisis de datos, una maestría puede ser una excelente vía para hacer la transición. Lo es incluso más si vienes de un campo totalmente diferente al data science, como la psicología, la sociología o la biología, donde el análisis de datos no es un componente central de la formación académica.
Si te resulta complicado aprender de manera autodidacta o prefieres un enfoque guiado con profesores y compañeros con quienes discutir conceptos, una maestría puede ser el programa que estás buscando. Una de las características más notables de este tipo de programas es que ofrece un plan de estudios bien definido, permitiéndote adquirir conocimientos y habilidades de manera ordenada y progresiva, así como la posibilidad de aclarar dudas complejas con la guía de expertos.
En el mundo del data science existen distintos cargos directivos. Entre algunos de ellos, están:
Para llegar a un puesto de estos, muchas empresas valoran, además de la experiencia, una robusta formación académica, que incluye tanto una licenciatura como un título de posgrado.
Asimismo, es importante saber que en algunas organizaciones grandes y estructuradas, contar con un posgrado es un requisito formal y necesario para acceder a ciertos cargos de liderazgo. Por ende, si tu objetivo es escalar dentro de empresas con jerarquías bien definidas, una maestría puede facilitar tu camino.
El mero hecho de contar con un título de máster ya te sitúa en una posición ventajosa con respecto al resto de candidatos. La propia naturaleza de una maestría te brinda ese “sello distintivo” que hace que tu perfil destaque en los procesos de selección.
Otro factor a considerar es que, en algunos países y sectores, tener un título de posgrado puede influir directamente en la escala salarial y en las oportunidades de promoción dentro de una organización.
Si tu objetivo es incursionar en la docencia en instituciones de educación superior, una maestría en ciencia de datos es, en muchos casos, un requisito obligatorio. La mayoría de universidades y centros de formación técnica exigen al menos un título de posgrado para contratar profesores, especialmente en áreas de tanta especialización como la ciencia de datos.
Si bien es posible aprender ciencia de datos de forma autodidacta o a través de cursos cortos, una maestría te permite profundizar en los fundamentos matemáticos, estadísticos y computacionales que sustentan este campo. Muchas veces, el aprendizaje por cuenta propia se enfoca en la aplicación práctica de herramientas y librerías, pero carece de una base teórica sólida.
A través de un programa de maestría, tendrás una formación más rigurosa en áreas como álgebra lineal, optimización, teoría de probabilidad y aprendizaje automático. Además, si provienes de un área no técnica o sientes que tienes lagunas en matemáticas o programación, una maestría puede ayudar a nivelarte y a mejorar tus habilidades.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Tecnología
Tecnología
Tecnología
Comentarios