El puesto de un supervisor puede ser no solo en el comercio, sino también en las empresas de fabricación, si hay un departamento de ventas allí.
Parte de las tareas del supervisor depende de con quién trabaja exactamente. Pueden ser promotores, comerciantes, representantes de ventas.
Promotores: En los puntos de venta, los promotores demuestran los productos: realizan degustaciones, promociones de "Regalo por compra", distribuyen muestras y degustadores.
El Supervisor organiza y controla estas actividades:
Comerciantes: En las tiendas, se aseguran de que la mercancía esté de acuerdo con los planogramas de la empresa. Colocan los productos en los estantes en la secuencia correcta, verifican el inventario y las etiquetas de precios. Los comerciantes también controlan las fechas de caducidad de los productos y comprueban si se ha realizado un pedido de productos que se están agotando.
También hay tareas que serán comunes independientemente de con quién trabaje el supervisor. Aquí están los más frecuentes.
Crea rutas para los empleados. El supervisor genera hojas de ruta para la semana. Prescriben qué puntos de venta deben visitar y en qué orden.
Elabora informes para el gerente. El supervisor resume todos los informes de los empleados en tablas y notas, por ejemplo, en qué tiendas quedan pocos productos: la entrega irá primero allí.
Responde preguntas del personal de campo. Por ejemplo, un comerciante en una tienda ve que casi no queda producto en los estantes porque no hubo entrega. El supervisor te dirá qué hacer: rellena una solicitud urgente o déjala como está, y él resolverá el problema de forma centralizada. Por ejemplo, le ofrecerá a la tienda realizar solicitudes de suministro de productos con mayor frecuencia o pedir un volumen mayor.
Verifica los informes de los empleados. Estos pueden ser informes en formato de fotos, videos y tablas. Por ejemplo, si un reportaje fotográfico muestra que los productos de la empresa están mal presentados, debe devolver el exhibidor al punto de venta y pedirles que corrijan la exhibición.
Analiza las ventas en su sitio. El supervisor puede recopilar análisis primarios: cuántas unidades de bienes se entregan generalmente, cuáles son los saldos de productos en el punto, si hay pedidos adicionales. Reúne todo esto en una mesa y lo envía al departamento de ventas.
Crea y mantiene un mapa de distribución. Por lo general, el mapa se mantiene en el formato de una tabla de Excel. Marca puntos de venta e información sobre los mismos: contratos de suministro, pedidos y saldos de productos. La información generalmente la dan los representantes de ventas y el supervisor la sistematiza.
Ayuda a los nuevos empleados. Cuando aparece un nuevo empleado bajo la supervisión del supervisor, debe incluirlo rápidamente en el trabajo. Por ejemplo, un recién llegado necesita que se le explique cuáles son las responsabilidades, cómo preparar informes, tal vez tomar un examen de producto.
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