La gestión del cambio empresarial es un plan de acción definido para llevar a las personas, los equipos y las organizaciones de su estado actual al estado deseado.
Antes de poner en marcha el plan de cambio para el futuro es necesario pasar por ➤cinco etapas, a continuación, se explican:
La primera fase se centra en desarrollar y afinar el cambio. Al principio se trata de una simple idea, más un eslogan que una iniciativa real, por ejemplo: la realización de formaciones para mejorar los conocimientos del personal. Además, es necesario aclarar exactamente cómo se va a poner en práctica la idea. Por ejemplo, Se creará un equipo de formación para desarrollar el material de formación, La formación se realizará dos veces al mes para cada empleado. Todas estas iniciativas incluyen reformas organizativas para mejorar la agilidad y la calidad del negocio.
En la segunda fase se crea un plan de aplicación del cambio. Este plan se centra tanto en la creación de un equipo de capacitación como en la formación de los empleados, así como en el desarrollo de un programa de interacciones entre los ejecutores del cambio, el personal y la dirección. Además, para comprender mejor las futuras funciones de los empleados, es importante mostrarles ejemplos de futuros procesos actualizados.
En la tercera etapa se presentan ejemplos de cambios iniciales. Es más probable que la organización este de acuerdo con las reformas si ve que se toman las mejores decisiones y se demuestra que se consiguen los resultados deseados.
El cuarto paso del proceso es la aplicación y el apoyo. El momento de la verdad en cualquier decisión para aplicar futuros cambios. Durante esta fase, es importante supervisar los resultados de los cambios y proporcionar apoyo continuo a los miembros de su equipo que puedan estar luchando con nuevos retos en su trabajo. La persistencia y el apoyo moderados son fundamentales para ayudar a sus empleados a superar este periodo.
La quinta fase consiste en reforzar y ajustar el proceso. Aunque las reformas pueden dar lugar a mejoras, los cambios constantes en la organización exigen un seguimiento y un ajuste constantes. Es importante mantenerse en continua comunicación con el personal, averiguando lo que funciona y lo que puede mejorarse. Asimismo, procurar tomar en cuenta las ideas del personal y ponerlas en práctica para obtener aportaciones adicionales a los cambios que se realicen.
Todo tipo de reformas en la estructura empresarial supone un estrés para la empresa y sus empleados. Si se tiene una buena idea de cómo mejorar un proceso y se cree claramente en la eficacia de esta, es importante comunicar adecuadamente la visión a los superiores. Para ello es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
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