La responsabilidad social de las empresas (CSR) es un concepto que plasma la decisión voluntaria de las compañías de contribuir en el desarrollo social de sus trabajadores, mejorando la calidad de vida y la sociedad, teniendo muy presente la protección del medio ambiente.
La responsabilidad social de las empresas se manifiesta en relación con los distintos participantes de las relaciones empresariales, tanto con los empleados de la empresa como con sus proveedores, el Estado o la sociedad en su conjunto.
En la actualidad, 👉 la responsabilidad social de las empresas suele dividirse en dos tipos básicos. El atributo que define la clasificación en este caso es la orientación de la responsabilidad social de la empresa, es decir, la orientación hacia las partes interesadas externas o internas.
La responsabilidad social de las empresas externa e interna se refleja en los actos locales pertinentes y en los informes no financieros. Estos últimos se caracterizan por un sesgo hacia la inclusión de temas relacionados con la aplicación de la responsabilidad social externa de las empresas.
La responsabilidad social corporativa interna se entiende comúnmente como aquella en la que las inversiones y actividades sociales se dirigen hacia el interior y se centran en las partes interesadas internas de la empresa, principalmente en los trabajadores.
La responsabilidad social corporativa interna se basa en la opinión pública de que cualquier empresa, además de generar beneficios y pagar impuestos, debe ocuparse de sus empleados. En consecuencia, se asigna un papel predeterminado en la responsabilidad social interna de las empresas al desarrollo y la aplicación de una política social con respecto al personal. La esencia de la CSR interna viene determinada por su composición elemental, que incluye:
Los siguientes aspectos son considerados de suma importancia. Por lo general, se asigna un papel especial a la garantía de la seguridad y la salud laboral de los empleados, así como a la prevención de todo tipo de discriminación.
Le sigue la formación de una política de motivación y la garantía de una remuneración digna y estable del trabajo. Esta dirección implica la necesidad de fijar el nivel y las condiciones de remuneración adecuadas a las condiciones del mercado.
El desarrollo del capital humano es también un elemento necesario de la responsabilidad social de las empresas a nivel interno. El rendimiento global de la empresa depende en gran medida de la calidad de los recursos humanos, de su profesionalidad y nivel de formación, así como de su motivación y satisfacción con el trabajo. En esta área se asigna un papel primordial a la formación de los empleados (tanto profesional como personal) y a la organización de una comunicación interna eficaz.
Entre otras cosas, la CSR interna también se centra en ayudar a los empleados en situaciones críticas (por ejemplo, proporcionar alojamiento a las víctimas de incendios o una ayuda económica en caso de fallecimiento de un familiar cercano).
La responsabilidad social corporativa externa se entiende como aquella en la que las inversiones y actividades sociales se dirigen al entorno externo en relación con la empresa y, en consecuencia, están orientadas a sus grupos de interés externos.
Las partes interesadas externas más importantes son:
En otras palabras, la responsabilidad social externa de las empresas puede definirse como la política social corporativa llevada a cabo por una organización empresarial para la comunidad local en el territorio de su presencia. Se refleja en la puesta en marcha de diversos eventos y programas de importancia social de orientación externa.
Las principales áreas de aplicación de la responsabilidad social corporativa externa son las siguientes:
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