Decidir qué estudiar puede ser una de las decisiones más emocionantes y a la vez aterradoras de tu vida. Tal vez te llame la atención la administración de empresas porque suena importante, porque crees que serás tu propio jefe, o sencillamente porque te han dicho que tiene muchas salidas laborales. Sea cual sea tu motivo, antes de lanzarte de lleno, hay varias cosas que necesitas saber para que estés preparado (o preparada) para lo que te espera.
No quiero asustarte ni convencerte de que tomes otro camino. Más bien, quiero darte una idea clara y honesta de lo que implica estudiar administración de empresas para que puedas tomar la mejor decisión.
Ver también: Maestrías que puede estudiar un administrador de empresas
Hay un mito enorme que dice que estudiar administración de empresas significa que te vas a convertir automáticamente en el jefe o jefe de algo. Pero esto no es así. Ser administrador es más que dar órdenes o supervisar gente. De hecho, gran parte de tu tiempo lo pasarás coordinando, solventando problemas, analizando datos y lidiando con personas (que no siempre estarán de acuerdo contigo).
Por supuesto, ser líder es parte de la carrera, pero liderar no es sinónimo de mandar. Implica inspirar, motivar y dar ejemplo. Si estás pensando en administración porque te gusta la idea de tener "poder", tal vez deberías reflexionar un poco más sobre lo que realmente implica esta profesión.
Si no te llevas bien con las matemáticas, prepárate, porque en administración vas a verlas, y no siempre serán sencillas. Materias como contabilidad, estadística, economía y finanzas serán parte del paquete. Pero aquí viene lo bueno: no necesitas ser un genio matemático para sobrevivir. Lo que necesitas es disposición para aprender y practicar.
¿Un consejo? No le tengas miedo a los números. Son una herramienta esencial para tomar buenas decisiones en el mundo de los negocios.
Si hay algo que vas a hacer una y otra vez como administrador, es negociar. Son muchos los actores con quién tendrás que llegar a acuerdos: clientes, empleados, inversionistas, proveedores, socios o inclusive con tus superiores.
Pero hay que aclarar algo, negociar no es solo conseguir lo que tú quieres; es encontrar soluciones que beneficien a todas las partes. Y sí, esto incluye saber cuándo ceder y cuándo mantener tu posición. Si no te gusta lidiar con conflictos o buscar puntos medios, esta parte podría ser un gran reto para ti. Pero no te preocupes, la negociación es una habilidad que se aprende con la práctica.
¿Te pone nervioso hablar frente a un grupo de personas? Bueno, prepárate, porque en administración tendrás que hacerlo muchas veces. Presentaciones, reuniones, propuestas de proyectos... hablar en público será una constante.
Lo bueno es que no necesitas empezar siendo un orador perfecto. Con el tiempo y la práctica, desarrollarás confianza y habilidades para comunicarte efectivamente. Un tip: no es cuestión de impresionar a todos, sino de transmitir tu mensaje con claridad y seguridad.
Te diré algo que puede incomodar: no siempre vas a acertar, y está bien. Fracasar es parte del proceso de aprendizaje, tanto en la universidad como en el mundo laboral. Tal vez te equivoques al tomar una decisión, al planear un proyecto o al elegir una estrategia de negocios.
Lo importante no es evitar los fracasos a toda costa, sino aprender de ellos. Cada error te hará más fuerte y te enseñará lecciones valiosas que no encontrarás en los libros. Así que no le tengas miedo al fracaso; abrázalo como una oportunidad para crecer.
La administración de empresas es una de las carreras más populares, y eso tiene su lado bueno y su lado no tan bueno. Por un lado, hay una gran variedad de sectores donde puedes trabajar: marketing, recursos humanos, finanzas, logística, emprendimiento, y la lista sigue. Pero, por otro lado, esto significa que habrá muchas personas con el mismo título compitiendo por las mejores oportunidades.
Para diferenciarte, tendrás que trascender lo básico, lo cual puede significar especializarte en un área, aprender otros idiomas, desarrollar habilidades técnicas u obtener experiencia mientras estudias. No basta con el título; lo que realmente cuenta es lo que haces con él.
Si estás soñando con graduarte y conseguir un puesto de gerente de inmediato, siento romperte la burbuja. La mayoría de los administradores comienzan en posiciones más bajas y van ascendiendo con el tiempo. Esto no es algo malo; de hecho, empezar desde abajo te permite aprender cómo funcionan las cosas en todos los niveles de una organización.
No te desanimes si tu primer trabajo no es el que soñabas. Cada paso en tu carrera es una oportunidad para aprender y demostrar tu valor. Y recuerda: incluso los grandes CEOs empezaron en algún lugar.
A veces se tiene la idea de que la administración de empresas es una carrera sencilla, pero nada más lejos de la realidad. Sí, tal vez no sea tan técnica como la ingeniería o la medicina, pero eso no significa que no sea exigente.
Vas a tener que leer mucho, analizar casos, resolver problemas de alta complejidad y trabajar en equipo constantemente. Además, deberás desarrollar habilidades estratégicas, liderazgo y una comprensión integral de distintas áreas como finanzas, marketing, recursos humanos y logística. Así que no subestimes la carrera; requiere esfuerzo, dedicación y mucha disciplina.
Un administrador toma decisiones todo el tiempo. Algunas serán pequeñas, como elegir qué herramienta usar para un proyecto, y otras serán grandes, como decidir en qué invertir los recursos de una empresa.
Lo importante es aprender a elegir con criterio, basado en datos y análisis, y no solo en corazonadas. Al principio, esto puede ser intimidante, pero con el tiempo desarrollarás la confianza y la habilidad para tomar decisiones rápidas y efectivas.
Tener un título en administración de empresas es un buen comienzo, pero no garantiza el éxito. Lo que realmente importa es cómo aplicas lo que aprendes y cómo te desarrollas como profesional.
Tu actitud, tus habilidades, tu capacidad para adaptarte y tu disposición para seguir aprendiendo serán los factores que marquen la diferencia. No te conformes con solo cumplir con los requisitos académicos; busca oportunidades para aprender fuera del aula, bien sea a través de prácticas, voluntariados o proyectos personales.
Estudiar administración de empresas puede ser una excelente decisión si estás dispuesto a enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que ofrece.
No es una carrera para todos, pero si tienes pasión por liderar, resolver problemas y aprender constantemente, probablemente sea una buena opción para ti.
A fin de cuentas, lo más importante es que elijas una carrera que realmente te motive y te permita crecer tanto personal como profesionalmente.
Si ya tienes un título pero sientes que tu carrera no va por donde esperabas, déjame decirte que nunca es tarde para cambiar de rumbo. Quizás sientas que estás estancado o que lo que haces no te llena. Si ese es tu caso y te interesa el mundo de la gestión empresarial, un MBA podría ser justo lo que necesitas para darle un giro a tu carrera.
La Maestría en Administración y Dirección de Empresas como la de CEUPE está pensada para profesionales como tú: personas con experiencia que quieren reinventarse y dar un paso adelante en su vida laboral.
En CEUPE, el enfoque es práctico y flexible, ideal si ya estás trabajando o tienes otras responsabilidades. En este programa, a grandes rasgos, aprenderás desde cómo manejar equipos y recursos hasta cómo emprender y liderar proyectos con éxito. Y lo mejor es que no importa cuál sea tu formación previa; lo que cuenta es tu motivación por crecer y cambiar.
Asimismo, debes tener en cuenta que optar por un MBA tiene varias ventajas frente a estudiar de nuevo una segunda carrera (en este caso ADE):
No tendrás que volver a ver asignaturas básicas ni contenidos introductorios, como ocurre en una segunda carrera. Más bien, aprenderás cuestiones relacionadas con la gestión empresarial, liderazgo, finanzas avanzadas, estrategia y otros temas de alto impacto profesional.
Mientras que una segunda carrera puede llevarte entre 3 y 5 años, un MBA suele completarse en 1 o 2 años. Con lo cual, podrás reintegrarte más rápido al mercado laboral con un perfil mucho más competitivo.
Contarás con la posibilidad de hacer networking, dado que los programas de MBA suelen reunir a profesionales con experiencia de diferentes sectores e industrias.
En el ámbito empresarial, un MBA tiene más peso que una segunda licenciatura, pues las empresas suelen valorarlo como un indicativo de especialización y liderazgo, siendo que esto se puede traducir en mejores ofertas laborales, ascensos y sueldos más elevados.
Muchos MBAs ofrecen especializaciones en áreas como finanzas, marketing, recursos humanos o emprendimiento, permitiéndote así orientar tu formación según tus intereses o las demandas del mercado. En CEUPE, por ejemplo, contamos con diversas especializaciones en programas de MBA.
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