El acto de saborear es un momento de alto disfrute cuando estamos consumiendo alimentos y bebidas, sobre todo, si estamos degustando aquellos productos que más nos agradan.
El sentido del gusto es el mecanismo fisiológico que nos permite identificar el sabor de los alimentos y bebidas. Y a pesar de ser el sentido menos desarrollado en el ser humano, el gusto nos permite recordar el 15% de las sustancias que saboreamos, lo que supone un elemento importante a la hora de establecer un vínculo con la marca responsable de fabricar los productos que solemos consumir.
Por esta razón, existe lo que se denomina marketing gustativo, una estrategia que consta en el aprovechamiento de los sabores para atraer a potenciales clientes y generar un vínculo con ellos.
El marketing gustativo es una estrategia de mercadeo que consiste en utilizar el sentido del gusto para crear una experiencia agradable de degustación a un cliente.
El objetivo es despertar el interés de un usuario hacia un producto con una determinada sustancia alimenticia. Con esta estrategia, la organización da a conocer su producto y espera generar ventas.
Por lo general, los alimentos se ofrecen de forma gratuita para evaluar la reacción del mercado ante la nueva propuesta. Se presentan mayormente en restaurantes, supermercados, panaderías y otros establecimientos de ventas de comida.
También, para percibir ganancias o cubrir gastos, se suele ofertar estas degustaciones junto con otros productos mediante descuentos u otras promociones.
Fideliza clientes: Si el producto es de agrado para los clientes, es muy probable que estos usuarios vuelvan a adquirir dichas sustancias para volver a sentir la misma experiencia de deleite. Esto hace que los clientes se vuelvan compradores frecuentes del producto y, por tanto, se fidelicen con la marca.
Maximiza el tiempo de estadía en el punto de venta: En muchos casos, el marketing gustativo se suele realizar dentro del espacio físico de venta. Esto ayuda a incrementar el tiempo de permanencia de los usuarios en los puntos de venta, lo cual hace que los clientes tengan más posibilidades de concretar una compra o adquirir más productos del comercio.
Se diferencia de la competencia: El sabor tiene un impacto significativo en las personas, y si la estrategia gustativa se realiza correctamente, la experiencia hará que los usuarios distingan a la marca de entre todas las empresas del sector, consolidándose como una marca exclusiva.
Mejora la imagen corporativa: A través de una experiencia gustativa deleitante, es posible mejorar la forma en que los usuarios perciben la marca. Si el paladar es complacido, es más probable que las ideas, concepciones y prejuicios que poseen las personas hacia la marca, sean en su mayoría, percepciones positivas.
Dentro del marketing gustativo, influyen una serie de factores que hace que la estrategia a utilizar resulte efectiva. Veamos cuáles son:
Evidentemente, el sabor es el elemento más importante. Para que una persona disfrute un alimento, este debe poseer un sabor agradable, ya que es el factor más determinante a la hora de generar una experiencia grata y placentera.
Cuando una persona degusta un alimento, si bien el sentido más elemental en ese momento es el gusto, la persona posee otros 4 sentidos que están en constante funcionamiento. El orden del establecimiento, el olor que se percibe, la tranquilidad de la zona y la decoración del sitio, son factores que van a incidir en la experiencia del usuario.
Se debe tener en cuenta el tipo de cliente para saber qué trato social darle. Es decir, algunas personas disfrutan comer mientras socializan, y otras prefieren comer sin ser molestados. Comprender esto y actuar en consecuencia, hará que los distintos tipos de perfiles tengan una experiencia más agradable según su forma de ser.
Ofrecer bebidas gratis en un restaurante mientras se prepara la orden de los clientes.
Regalar pequeñas muestras de repostería para incentivar a los clientes a comprar.
Satisfacer una necesidad según el estado que se perciba del cliente: ofrecer bebidas refrescantes si el usuario está acalorado, o dar una taza de café mañanera si una persona presenta signos de cansancio.
Ofrecer pequeñas porciones (limitadas) de algunos platos del menú para activar el apetito.
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