Un hotel ecológico, también llamado hotel verde o eco-hotel, es un tipo de alojamiento que opera con un fuerte compromiso hacia la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Estos hoteles, aunque en los últimos tiempos han ido tomando fuerza, aún representan una pequeña fracción del mercado hotelero global. Sin embargo, están ganando popularidad debido a la creciente conciencia ambiental entre los viajeros y las regulaciones más estrictas en materia ambiental.
Está integrado con el medio ambiente: Podemos notar que un hotel de estas cualidades parece estar "fusionado" con la naturaleza. Es decir, su diseño arquitectónico y su funcionamiento respetan y se adaptan a las características del entorno natural local.
Respeta la vida animal y vegetal local: Un objetivo fundamental de un hotel verde es el de operar sin ocasionar ningún daño a la fauna y flora del área.
Promueve actividades de carácter sostenible: Actividades como el senderismo, el avistamiento de aves y el ciclismo son promovidas por los eco-hoteles, pues estos no sólo buscan ofrecer un alojamiento respetuoso con el medio ambiente, sino también incentivar prácticas conscientes entre sus huéspedes.
Hace énfasis en el uso de materiales ecológicos: Los hoteles verdes optan por materiales de construcción que sean renovables, reciclados o de bajo impacto ambiental. Asimismo, se prefieren materiales que requieren menos energía en su producción y transporte, así como la implementación de técnicas de diseño pasivo y activo para optimizar el uso de la luz natural y la ventilación.
Persigue una gastronomía sustentable: Sí, la gastronomía también puede ser sustentable, y en los eco-hoteles esto es una prioridad. Con esto se busca, esencialmente, aminorar la huella ecológica mediante la utilización de productos locales y de temporada, preferentemente orgánicos y libres de químicos nocivos. También implica educar y sensibilizar tanto a los huéspedes como al personal del hotel sobre la importancia de elegir alimentos de manera consciente, apoyando así prácticas alimentarias que benefician tanto a los habitantes del lugar como al medio ambiente global.
Es estéticamente atractivo: Una característica llamativa de estos hoteles es que son visualmente atractivos, pues armonizan muy bien con el entorno natural circundante.
Cuenta con tecnologías sostenibles: Al contrario de lo que se pueda pensar, los eco-hoteles no son para nada rudimentarios. Estos más bien aprovechan al máximo las tecnologías limpias para "potenciar aún más su sostenibilidad".
Los hoteles ecológicos tienen sus raíces en movimientos y conceptos de conservación ambiental que se remontan al menos a mediados del siglo XX. Conforme la conciencia sobre los impactos ambientales de diversas industrias, incluida la hotelería, creció en las décadas de 1960 y 1970, surgieron iniciativas para reducir estos impactos. En particular, el movimiento hacia la construcción y operación de hoteles de manera más sostenible ganó tracción a partir de los años 80 y 90.
En la década de 1990, varias organizaciones comenzaron a establecer estándares y certificaciones para hoteles que demostraran prácticas sostenibles, como la gestión eficiente de recursos, la conservación de agua y energía, y la minimización de residuos. Esto marcó un paso importante hacia la formalización y reconocimiento de los hoteles ecológicos en todo el mundo.
Desde entonces, el concepto ha evolucionado con avances tecnológicos y cambios en las expectativas de los consumidores, que ahora valoran cada vez más la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental en sus decisiones de viaje y alojamiento.
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