“La necesidad del Compliance y el cumplimiento de las regulaciones adaptables y la lealtad del negocio, son elementos fundamentales para cualquier empresa, en especial en aquellas que operan en áreas reguladas, como la energía, la banca y la electricidad, etc., casos en que el Compliance depende de la confianza absoluta y total de sus clientes.”
Los profesionales y expertos del Compliance interiorizan que el Compliance es un sistema de gestión eficaz, que abarca a toda la organización, que permite que esta demuestre su compromiso de cumplir con la normativa, incluyendo los requisitos legales, los códigos de la industria y los estándares de la organización, así como con los estándares de buen gobierno corporativo, las mejores prácticas, la ética y las expectativas de la comunidad en general.
La necesidad del Compliance y, concretamente, el cumplimiento de las regulaciones adaptables y la lealtad del negocio, son elementos fundamentales para cualquier empresa, en especial en aquellas que operan en áreas reguladas, como la energía, la banca y la electricidad, telecomunicaciones, transporte o el suministro de agua.
El cumplimiento normativo, para cualquier organización con ánimo de lucro, implica la columna vertebral en la creación de imagen, marca y valor empresarial.
Se esquematiza en el siguiente gráfico el ciclo evolutivo en el Compliance:
Los 9 principios relacionados con la función de Compliance en las empresas.
En consecuencia, los factores influyentes que conceptúan el riesgo del Compliance son los siguientes:
¿a qué incidentes pueden dar lugar los riesgos de Compliance? Surgen tres tipos de incumplimientos:
Para que la función exclusiva del Compliance (el cumplimiento), se lleve a cabo de forma efectiva, deberán cumplirse tres grados fundamentales:
Es importante recalcar que, sobre estos tres grados, la última responsabilidad recae sobre la cúpula, es decir, los miembros de la alta dirección (órgano de administración y la dirección ejecutiva).
Existen cuatro recomendaciones de oro que deben existir en cada organización:
La tarea no fácil en la implantación del Compliance, en las organizaciones suele encontrarse con tres impedimentos:
En todos estos cambios, la formación resulta vital como herramienta para el cumplimiento normativo; un interesante esquema a modo de ejemplo:
Normas destinadas a controlar la organización y el correcto funcionamiento de los órganosde gobierno de la empresa y restringir posibles abusos de poder de las empresas y asegurar el respeto de los derechos e intereses de todos los accionistas por igual.
Bases legales, de forma transversal (obligan a todas las empresas de todos los sectores) y sectorial (obligan a determinados sectores de actividad), que autorregulan la prevención de riesgos laborales, protección de datos, blanqueo de capital, monopolio, etc. Estas regulaciones obligan a las empresas a normativas muy específicas de gestión y regulación internas.
Códigos éticos donde la empresa se compromete con el medio ambiente, normas de competencia leal, con la protección de la intimidad, la legislación laboral, normas de propiedad intelectual y lucha contra la discriminación de cualquier tipo así, como la corrupción.
Normas y conjunto de medidas que deben asegurar el correcto funcionamiento de los procedimientos para asegurar el activo de la empresa, así como cualquier posibilidad de fraude, aumentar la eficiencia operativa y agilizar la información económico-financiera dentro del ámbito administrativo, contable y financiero de la empresa.
Programa de cumplimiento penal con la finalidad de eximir o disminuir la culpabilidad de la responsabilidad penal de las personas jurídicas por los posibles delitos de los directivos y personal de alto nivel dentro de la misma empresa. Pretende cumplir con las normas legales para evitar comportamientos delictivos que provoquen que la empresa incurra en responsabilidades que les ocasionen consecuencias no deseadas.
Desde la alta dirección deberán asumir las siguientes funciones:
A modo de ejemplo, puntos de colaboración podían ser:
Por otro lado, detengámonos en las relaciones con las otras áreas de la organización. Existen 3 departamentos básicos en los que se deberán anclar, de forma efectiva, la función del Compliance:
El Compliance debe asumir la debida vigilancia en el cumplimiento normativo de forma externa, pero debe abarcar también el control interno que compone las políticas corporativas y reglamentarias de conducta y ética que una organización exige a sus empleados.
Numerosas descripciones acogen el gobierno corporativo, pero, quizá, la más atractiva es la que se transcribe seguidamente y que fue realizada por Sir Adrian Cadbury (prólogo de Corporate Governance and Development. Foro Mundial sobre Gobierno Corporativo. Focus 1; 2003):
“En su sentido más amplio, el gobierno corporativo consiste en mantener el equilibrio entre los objetivos económicos y los sociales entre los objetivos individuales y los comunitarios. El marco de gobierno se establece con el fin de promover el uso eficiente de los recursos y, en igual medida, exigir que se rindan cuentas por la administración de esos recursos. Su propósito es lograr el mayor grado de coordinación posible entre los intereses de los individuos, las empresas y la sociedad. El incentivo que tienen las empresas y sus propietarios y administradores para adoptar las normas de gestión aceptadas a nivel internacional es que ellas los ayudarán a alcanzar sus metas y a atraer inversiones. En el caso de los Estados, el incentivo es que esas normas fortalecerán sus economías y fomentarán la probidad de las empresas.”
El Compliance y el buen gobierno van de la mano, implicando la eficacia de un buen programa y la ética de los miembros del órgano de gobierno de una organización.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Finanzas
Finanzas
Finanzas
Comentarios