Uno de los dilemas más frecuentes que se encuentran algunos recién egresados de la universidad a la hora de tomar una decisión con respecto a su carrera profesional, es: ¿Cuál debe ser mi siguiente paso? ¿Estudiar una maestría o trabajar?
Ambas opciones son beneficiosas, puesto que gran parte del éxito profesional de una persona está apoyado por una sólida base de estudios y una amplia experiencia laboral en su ámbito.
No obstante, teniendo esto claro, surge la siguiente duda: ¿qué hacer primero?
En tal caso, la decisión se torna un poco más complicada, ya que ello dependerá de la situación personal de cada individuo. Y son tantas las variables que intervienen (salud, finanzas, familia, etc.) que es muy difícil ofrecer una recomendación que funcione para todos.
Sin embargo, considerando que ambos caminos tienen grandes ventajas, optar por uno para luego abordar el otro, es siempre una buena idea.
A continuación, se enumeran los beneficios de ambos recorridos para que, de acuerdo a la autoevaluación personal de cada uno, la elección se haga a su conveniencia.
Tendrás mejores oportunidades de calificar a trabajos deseados y de mayor responsabilidad.
Ante tiempos difíciles, te será más fácil competir con aquellos candidatos que no posean una maestría cuando estés optando por un empleo, y las probabilidades de que seas despedido en caso de estar dentro de una empresa disminuyen.
Tendrás mayores chances de acceder a salarios más altos.
Oportunidades de incrementar tu red de contactos profesionales, ya que estarás rodeado de personas con conocimientos y/o experiencia en el área.
Si el empleo está relacionado con tu profesión, podrás ganar experiencia relevante en el campo, lo cual siempre es útil de cara a obtener un mejor trabajo o conseguir un ascenso laboral.
En caso de que estés indeciso sobre qué maestría estudiar, trabajar en un puesto relacionado a tu profesión puede ayudarte a decidir hacia dónde quieres dirigir tu carrera.
Te permite ahorrar, de modo que podrás costear tus estudios y no tendrás que depender de un préstamo o una beca.
Muchas veces, cuando no se posee una titulación universitaria, la experiencia laboral puede servirte como requisito para ser aceptado en un centro educativo, permitiéndote así cursar un postgrado sin haber estudiado (ello siempre y cuando dicha experiencia sea relevante para el programa al que quieres acceder).
Esta vía, aunque es más complicada, es realizable si eres dedicado y muy organizado con tu tiempo. También, por supuesto, si el trabajo y los estudios permiten tal compatibilidad.
Así mismo, existe la posibilidad de trabajar a tiempo parcial, lo que facilitaría en gran medida la combinación de ambas responsabilidades.
Por último, están las maestrías que pueden estudiarse bajo modalidad online, brindando ciertas ventajas a destacar:
Podrás compatibilizar de mejor manera tu vida laboral y personal con la académica.
No tendrás que perder tiempo desplazándote hacia una institución.
Ahorrarás dinero en transporte.
No tendrás que gastar dinero en materiales de estudio, ya que este se podrá bajar gratuitamente y podrá ser trasladado hacia otros dispositivos móviles como celulares o tabletas.
Tendrás a disposición una oferta educativa más amplia, pudiendo elegir aquel programa que más te interese, y no restringirte ante una serie de opciones limitadas.
El Centro Europeo de Postgrado es una escuela de negocios que cuenta con una extensa oferta de maestrías que pueden ser cursadas desde la distancia: Maestrías virtuales.
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