Comprender qué es el equilibrio ecológico y cuál es su importancia puede darnos una perspectiva diferente de la comunidad biológica en sus diferentes hábitats naturales. Entender que el equilibrio ecológico es delicado, y que muchas de las actividades que son ejecutadas por los humanos están afectando negativamente al entorno de innumerables seres vivos, puede influenciar a que tengamos más consideración y respeto por la naturaleza.
El equilibrio ecológico se define como la estabilidad biológica de los seres vivos y el medio ambiente, cuyo estado permite el sustento propicio de la vida y el desarrollo armónico de la naturaleza.
El balance natural se produce cuando no hay conflictos entre los diferentes elementos que conforman e intervienen en el entorno, y que más bien favorece el avance ecológico para su propia prosperidad.
El equilibrio ecológico es afectado por los siguientes factores:
Deforestación: La deforestación es una acción llevada a cabo mayormente por los humanos, el cual consta en la tala de los bosques a gran escala, participando en la reducción desmesurada de la superficie forestal. La deforestación es un factor que interviene en gran medida en el desequilibrio ecológico, ya que sus consecuencias, además de incidir negativamente en las especies y la vegetación de la zona, intervienen también en el cambio climático y el calentamiento global.
Contaminación ambiental: La contaminación ambiental es la presencia de sustancias dañinas en el medio ambiente, y afectan a cualquier tipo de entorno ecológico (aire, tierra y agua). Sus consecuencias son: calentamiento global, efecto invernadero, lluvias ácidas y destrucción de la capa de ozono. Todos estos factores afectan, por supuesto, a la vida.
Sobreexplotación de recursos naturales: Indica la adquisición de recursos naturales y materia prima de forma excesiva para la elaboración de productos o bienes para su posterior comercialización. Estas actividades son llevadas a cabo por las empresas industriales. Lo cierto es que, cuando estas acciones no son controladas, propician la destrucción de hábitats naturales de cualquier índole (hábitats terrestres, aeroterrestres y acuáticos) y, en consecuencia, la extinción de animales y la desaparición de vegetación.
Especies invasoras: Son animales que, por decisión voluntaria del humano, o por la devastación de sus hábitats naturales, ingresan a un entorno y causan un desequilibrio ecológico, desvirtuando la esencia biológica de la zona. Las consecuencias son: depredación, competencia por los recursos naturales, acarreamiento de enfermedades, incidencias negativas en la reproducción, y alteraciones en el comportamiento normal de los animales nativos.
El equilibrio ecológico es vital para la vida y, por lo tanto, para la salud del planeta.
La energía que dispone un entorno natural, está determinada por los organismos productores (organismos autótrofos), que son aquellos capaces de transformar la materia inorgánica en materia orgánica, como, por ejemplo, las plantas.
Los cambios en la estabilidad ecológica no siempre es producto de la intervención humana, si no que puede deberse también por otros fenómenos naturales. Aunque hay que tener especial cuidado, y confirmar si dichos fenómenos naturales no son producidos por alguna acción humana.
Si bien el ser humano influye negativamente en el equilibrio ecológico, también puede hacer lo contrario, e influir positivamente para mantener un ecosistema apto para la vida.
El equilibrio ecológico puede ser alterado con cierta facilidad, con lo cual, es importante tomar conciencia y razonar ante las acciones que suponen un peligro para los entornos naturales.
Todos los elementos que yacen en el planeta tierra participan en mayor o menor medida en el equilibrio o desequilibrio de la naturaleza.
La cadena alimenticia está relacionado directamente con el equilibrio ecológico, ya que poseen muchos conceptos en común, y una alteración en algún punto de la cadena, puede producir un desequilibrio importante en la comunidad biológica.
La importancia de mantener el equilibrio ecológico radica en asegurar la estabilidad de las especies y la vegetación. Si no existe un balance armónico entre los diversos seres vivos de un entorno biológico, el desarrollo próspero de la biodiversidad puede ser afectado en gran medida, y los cambios que se producen en dicho medio ambiente pueden ser de carácter irreversible o, peor aún, la diversidad biológica puede desaparecer por completo.
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Comentarios 2
Muy buena la información presentada sobre este tema
muy buena informacion