Las empresas industriales abarcan un gran número de entidades organizacionales, y son conocedoras por su gran magnitud en cuanto a tamaño físico, cantidad de empleados, utilización de enormes maquinarias, empleabilidad de tecnologías industriales, y por su importante impacto comercial en los sectores de su actividad.
Las empresas industriales son las entidades que se dedican a la adquisición de bienes o materias primas para transformarlas y comercializarlas. Para la transformación de estos bienes, las empresas utilizan herramientas y equipos especializados dependiendo del sector de trabajo.
El objetivo final es conseguir un producto elaborado o semielaborado a partir de los materiales o bienes que se obtuvieron y procesaron. Es decir, que una empresa industrial no necesariamente fabrica elementos listos para su utilización o consumo, sino que puede elaborar bienes intermedios destinados a otras industrias que sí se dediquen a la realización de productos terminados a partir de mercancía semielaborada.
Fabrican productos a gran escala. Aunque también existen empresas que elaboran mercancías con menos producciones.
Poseen un gran número de empleados presentes en los establecimientos de trabajo, con lo cual, una empresa industrial es una gran fuente generadora de empleos.
Tienen sistemas de automatización industrial para realizar tareas repetitivas. También, se utilizan para controlar y monitorear procesos de fabricación.
Cuentan con estrictos lineamientos para garantizar altos estándares de calidad en la producción de artículos. Además, poseen normativas de seguridad para resguardar el bienestar de los trabajadores.
Estudian la localización industrial para ubicar a la empresa en el mejor sitio posible, buscando satisfacer diversos factores de alta importancia, como, por ejemplo: cercanía a la materia prima, estar cerca del mercado de consumo, disponibilidad de mano de obra, buen clima, y contar con la posibilidad de recibir apoyo financiero.
Pueden dedicarse a la producción de productos elaborados o semielaborados.
Requieren de mucha energía para mantener la fábrica en funcionamiento.
Su mercado objetivo puede ser local, nacional o internacional.
Las empresas industriales se suelen dividir en 2 tipos de entidades principales:
Artículo principal: Empresa extractiva
Son las empresas que se encargan de extraer los recursos del subsuelo, que son utilizados luego para la producción de mercancía. Estos recursos pueden ser: minerales, gas y petróleo.
Algunos ejemplos de empresas extractivas:
Artículo principal: Empresa manufacturera
Son las que reciben las materias primas de las empresas extractivas, y las transforman en productos semielaborados o terminados.
Algunos ejemplos de empresas manufactureras:
Como toda empresa, las áreas funcionales que conforman una entidad industrial son:
Área de dirección: Consta del propietario de la empresa, cuyo objetivo es direccionar eficazmente la organización según su formación y criterio.
Área de recursos humanos: Se encarga de contratar y capacitar (en caso de requerirse) la mano de obra de la empresa. Además, gestiona toda la organización, coordinación y desarrollo del personal en las diferentes actividades que lleva a cabo la institución empresarial.
Área de mercadeo y ventas: Administra y ejecuta todas las operaciones de marketing e imagen de la marca, así como gestionar los procesos de venta, generando un mayor volumen de comercio y aumentando las ganancias de la empresa.
Área de producción: Es el área responsable de todos los procesos de producción de la mercancía, cerciorándose que los estándares mínimos de calidad se cumplan y que el producto final tenga un acabado limpio y agradable.
Área de contabilidad y finanzas: Gestiona toda la parte financiera de la empresa. Tiene como objetivo controlar, administrar y optimizar los ingresos y gastos de la organización para hacerla crecer.
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