Muchas empresas pueden encontrar dificultades a la hora de perseguir ciertos objetivos. El riesgo de fracasar, que siempre viene acompañado con pérdidas cuantiosas de dinero y tiempo, hace que muchas organizaciones opten por no arriesgar ningún recurso. Para enfrentar esta situación, existe el concepto de: unir fuerzas.
De eso se trata la empresa conjunta, juntar recursos para perseguir un bien común, en el cual, si las cosas resultan mal, el daño es repartido entre todos los participantes, reduciendo considerablemente las pérdidas.
Una empresa conjunta es un convenio comercial por dos o más entidades que, mediante la unión estratégica de recursos, buscan formar una nueva organización para alcanzar objetivos en común. Este tratado suele ser una alianza a larga plazo, ya que la consolidación de la nueva organización, y la ejecución de la estrategia para cumplir las metas propuestas requieren de un periodo de tiempo considerable.
Las partes involucradas mantienen su esencia como empresa independiente, ya que no existe una fusión empresarial como tal, sino que su desarrollo comercial se discute y se lleva a cabo desde un plano de ejecución diferente.
Debido a que cada empresa conserva su independencia a la hora de consolidar una organización conjunta, una nueva entidad empresarial es creada y establecida a partir de ello. Por el contrario, una fusión es cuando dos o más empresas deciden combinar todos sus recursos para instaurar una nueva entidad, con lo cual, el resultado siempre será una única unidad empresarial.
Las entidades implicadas en el acuerdo siguen desarrollando sus actividades comerciales que siempre han realizado antes del convenio, y con la nueva alianza, las ganancias o pérdidas se reportan de manera individual a cada parte, dependiendo de cómo se formuló la empresa conjunta.
Una empresa conjunta busca la consecución de un objetivo en común por todos los implicados.
Las aportaciones de cada empresa no son siempre monetarias, sino que pueden ser contribuciones tecnológicas, de materia prima, de conocimientos del mercado en cuestión, de personal con habilidades esenciales para la nueva empresa, y de algunos aspectos logísticos como los canales de distribución.
Las partes que conforman una empresa conjunta pueden ser personas jurídicas o personas comerciantes.
La empresa conjunta puede no poseer un nombre que la identifique, ya que, a pesar de que su visión es a largo plazo, esta sigue siendo una organización colaborativa temporal.
Una empresa conjunta funciona, en primer lugar, con la formación de varias entidades interesadas en cumplir uno o varios propósitos que tienen en común, que da a lugar a una alianza comercial. Luego, mediante la utilización de los recursos disponibles producto de la nueva alianza, se empiezan a desarrollar estrategias para conseguir las metas propuestas.
En general, una joint venture funciona como una empresa normal, ya que precisa de los recursos típicos que toda organización requiere para llevar a cabo sus objetivos, y constituye en ella una serie de procedimientos y metodologías que se encarga de direccionar la nueva unidad empresarial.
Al unir recursos, la consecución de los objetivos es más asequible y rápida.
La experiencia de trabajar con nuevas organizaciones se incrementa sustancialmente, y provee a todos los participantes de nuevas visiones empresariales.
Debido a que una empresa conjunta es una organización temporal, la asociación se puede deshacer en un momento oportuno de acuerdo a los intereses de los participantes.
Las relaciones de este tipo de convenios suelen ser a largo plazo, con lo cual, las posibilidades de conseguir los objetivos planteados son mayores en comparación de aquellas organizaciones que, por alguna razón u otra, no cuentan con los recursos adecuados para emprender hacia metas más deseables.
Los costes son compartidos, y en caso de que las cosas no resulten como se habían planeado, el impacto es repartido entre todas las partes.
Brinda la posibilidad de volver a relacionarse con algunas de las empresas con las que se trabajó, permitiendo a estas organizaciones forjar relaciones estratégicas en un futuro.
Fomenta el trabajo en equipo.
Aunque una asociación significa realizar labores de manera equitativa, la realidad es que siempre existen participantes que desempeñan un rendimiento menor en comparación de otros.
La libertad de actuar como empresa individual está restringida por la presencia de las otras organizaciones, con lo cual, cada actividad debe ser comunicada y compartida antes de realizar cualquier tipo de operación.
En ocasiones puede existir dificultad a la hora de diseñar y ejecutar estrategias, ya que cada compañía posee sus propios métodos para desempeñar ciertas actividades.
Las empresas pueden estar limitadas a emprender nuevos negocios como organización independiente, ya que un contrato de este tipo puede restringir en cierta medida llevar a cabo actividades de este estilo.
Se puede producir un ambiente de incertidumbre cuando existen participantes que no inspiren confianza.
La coordinación y la comunicación efectiva pueden ser retos difíciles de lograr.
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