El divorcio de dos adultos siempre se trata de la crisis personal de cada uno de ellos. Pocas personas se dan cuenta de que, de hecho, esta misma crisis es un camino importante para la transformación y la aceptación de uno mismo en una nueva encarnación. Pero cuando ocurre un divorcio en una familia con niños, es aterrador y doloroso para los padres lastimar a su hijo con esta decisión.
El niño experimenta la desilusión de mamá o papá, así como el derrumbe de las esperanzas, la división de apoyos y la amargura que existe en la relación entre los padres. De hecho, cada niño experimenta exactamente lo que los adultos le transmiten. El principal consejo para los padres es transmitir con calma sus sentimientos al niño, sin dramatizar la separación.
Muchas veces no está del todo claro lo que está pasando en el mundo de una persona pequeña, porque aún no ha aprendido a reconocer los sentimientos, comprenderlos y aceptarlos. En ningún caso pierda el contacto con el niño: hágale preguntas, pregúntele sobre sus sentimientos, sueños, miedos y sueños.
Después del divorcio de los padres, el concepto de familia se invierte completamente en los niños, por lo que lo más importante es no arreglar las cosas con el segundo adulto a través del niño, como si estuvieras en una cita con un psicoanalista. Hágale saber que todavía son padres cariñosos y que puede confiar en ustedes, incluso si están divorciados.
Es realmente obvio para su hijo que los padres se divorciaron, pero a su manera. Es importante que tanto la madre como el padre desarrollen una estrategia unificada para posicionar la situación, a la que se adherirá. Por ejemplo, una madre no debe precipitarse en las pasiones y decirle a su hijo diferentes versiones de los hechos cien veces al día y cambiar de opinión.
El niño, aunque pequeño, lo entiende todo, no debes engañarlo, pero tampoco debes darle detalles de tu vida adulta. Sea honesto con sus sentimientos, pero también respete los sentimientos de la personita.
No le transmita sus miedos y decepciones, acepte sus debilidades en usted mismo, pero por separado del niño. No le des un matiz personal al comportamiento de tu esposo y, en general, a la circunstancia del divorcio: no sabes a qué se enfrentará tu hijo en su vida y por qué necesita esta experiencia del divorcio de sus padres.
Es importante comprender que los padres se divorcian y la vida del niño continúa como de costumbre. A menudo, los padres transfieren sus penas al niño, cargando sobre pequeños hombros el papel de un salvador y psicoterapeuta, donde el niño se convierte en un sujeto de manipulación. Esto es aterrador y tóxico. Por lo tanto, es importante comunicarse sobre temas que son interesantes para su hijo y dejar sus problemas y estrés para consultar con un terapeuta.
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