Se entiende por costo variable a aquel que oscila en función a la carga productiva de una organización.
El coste variable es el coste que cambia de acuerdo al volumen de producción de una empresa. Es decir, varía en proporción a la actividad productiva que hay en determinado momento: a mayor volumen de negocio, mayores costes asociados, y viceversa.
Algunos de estos gastos variables, son:
Materia prima.
Mano de obra.
Packing (envase, empaque y embalaje).
Transporte.
Comisiones sobre ventas.
Servicios que intervienen en la producción (como energía eléctrica y agua).
Pongamos el ejemplo de una empresa que se dedica a la impresión de libros, revistas, folletos y otros materiales en papel. Si en un momento dado experimenta una mayor demanda en la impresión de libros, tendrá que invertir más dinero en mano de obra, materia prima, embalajes, transporte, entre otros; para mantener los niveles de producción al ritmo de la demanda.
En épocas donde la demanda disminuya, también lo hará la actividad productiva, con lo que los costes anexos también disminuirán.
Por tanto, los costes variables son aquellos que fluctúan en relación a los bienes y servicios que se están elaborando en determinados lapsos de tiempo.
Aumentan o disminuyen conforme a la escala de producción.
No son comparables entre industrias diferentes. A saber, no es lo mismo un fabricante de ropa que un fabricante de tornillos. La fuerza laboral, el proceso de producción, la maquinaria y otros elementos son distintos y, por ende, también lo son los tipos de gastos variables.
También, los costes variables se modifican según las ventas de un negocio. Por ejemplo, si un negocio minorista vende más durante una época, sus gastos de envíos y embalajes también aumentarán en proporción, ocasionando que los gastos variables en total sean mayores que en épocas de menor demanda.
Se contraponen a los costos fijos, que no varían según la actividad productiva o ventas generadas por la empresa.
El costo variable, como se mencionó anteriormente, cambia en función del nivel de producción de la empresa. El costo fijo, por su parte, es el gasto que se mantiene estable independientemente del volumen de producción.
En el primero caso, la variación se debe a gastos asociados a materia prima, trabajadores, logística y marketing; y en el segundo caso, es por retribuciones salariales, alquiler de locales, pagos de servicios básicos, impuestos, etc.
El coste variable unitario es el coste variable de cada unidad producida. En otras palabras, es el coste que, en vez de contabilizarse en masa, se computa obteniendo el precio individual de cada producto o servicio elaborado.
Para calcularlo, simplemente basta con dividir el monto total de los costes variables (CV) entre el número de unidades producidas (UP). Se expresa con la siguiente fórmula:
CVu = CV / UP
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