Se llama aprendizaje asociativo al proceso mental mediante el cual se relacionan dos cosas que están ocurriendo al mismo tiempo, creando una especie de “conexión” y adquiriendo un nuevo aprendizaje.
A continuación se explica más a detalle este tipo de aprendizaje.
El aprendizaje asociativo es aquel que surge cuando una persona asocia un elemento con otro. Por ejemplo, cuando asociamos el sonido de un timbre con la finalización de una clase.
Bebé que aprende a reconocer a su madre por su voz.
El dolor de una abeja con el miedo de sufrir una picadura.
Sonido de las llaves con la partida temporal de un ser querido.
Sabor particular con un recuerdo de una experiencia previa.
El sudor y la falta de aliento con el ejercicio físico intenso.
Olor de la gasolina con el sonido de un motor.
Fácil identificación de la causa y efecto: El aprendizaje asociativo es fácilmente identificable ya que se puede percibir la relación causa-efecto. Por ejemplo, si un niño toca una estufa caliente (causa) y siente dolor (efecto), entonces aprenderá a no volver a tocar la estufa.
Adquisición rápida de la información: La asociación puede ser rápida y eficiente, pudiendo aprender algo de forma instantánea. Un ejemplo podría ser el condicionamiento de un perro para que se siente cuando su dueño dice “sentado”. Una vez que se asocia la orden con la acción, el perro puede aprender a obedecer rápidamente.
La repetición refuerza el aprendizaje: El aprendizaje asociativo se fortalece cuando se repite la relación entre los elementos. Un ejemplo de esto podría ser el aprendizaje de un nuevo idioma, ya que la repetición de vocabulario refuerza las asociaciones entre las palabras y sus significados.
Puede ser consciente o inconsciente: Las asociaciones pueden ocurrir de manera consciente o inconsciente. Por ejemplo, un niño puede asociar el sonido de la campana de la escuela con el final del día, sin darse cuenta de que ha aprendido esta asociación.
Puede interferir con el aprendizaje de nuevas cosas: A veces, el aprendizaje asociativo puede interferir con la capacidad de aprender nuevas cosas. Por ejemplo, si un niño ha aprendido que algo siempre funciona de una manera particular, puede tener dificultades para adaptarse a una situación en la que se espera que funcione de manera diferente.
El aprendizaje asociativo se clasifica en dos tipos: el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
El aprendizaje clásico se produce cuando el cerebro asocia diferentes estímulos sin que exista necesidad de realizar ninguna acción (es involuntario). Un ejemplo sería cuando vemos una fruta y automáticamente se nos hace agua la boca.
Por otro lado, el aprendizaje operante se produce cuando la asociación entre estímulos se produce a través de una acción (es voluntario). Por ejemplo, cuando aprendemos a abrir una puerta mediante una llave.
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Comentarios 2
Excelente explicación sobre los tipos de aprendizaje.
Gracias