Las compras impulsivas pueden llegar a ser un problema altamente perjudicial, tanto para la persona quien lo practica, como para su familia, y es que, este tipo de problemas afectan en gran medida la economía personal o familiar de un grupo de personas. Afecta también, a la salud física y psicológica de los autores y los testigos que sufren y evidencian tales actos.
Ahora, con el surgimiento y desarrollo masivo del comercio electrónico, este fenómeno se ha trasladado al mundo digital, y está haciéndose notar, ya que las compras por internet son cada vez más frecuentes.
La adicción a las compras por internet se define como el impulso incontrolado para realizar compras nuevas vía online. Los productos adquiridos son, generalmente, innecesarios, y que por tanto no aportan ningún valor al comprador.
Los síntomas que una persona con este tipo de adicción posee varían de acuerdo a cada individuo, ya que influyen varios factores importantes, como la edad, el sexo, historia médica, y otras afecciones. Pero a rasgos generales, pueden presentarse los siguientes síntomas:
Lo que puede ser “inofensivo” para muchos internautas, para otros, puede ser una amenaza significativa. En internet, existen una serie de factores que propician aún más a los compradores compulsivos a desear más de lo que realmente necesitan, llevándolos a adquirir aquellos productos o servicios superfluos e innecesarios para su vida. Veamos cuáles son estos factores:
Publicidad online: El primero, y el más determinante, es la publicidad en línea. Las estrategias de mercadotecnia en internet están en prácticamente todos los lugares que solemos usar o frecuentar. Para la mayoría, los anuncios resultan molestos, pero para los compradores compulsivos, estos tienden a ser más llamativos y tentadores, con lo cual, sus efectos son más eficaces en personas con este tipo de adicciones.
Facilidades de compra: Las distintas compras en línea suelen ser cada vez más fáciles de concretar, y debido a esto, las trabas o excusas para llevar a cabo la adquisición de diversos productos son menores. Está, además, el efecto psicológico, ya que, si podemos comprar un determinado artículo con el menor esfuerzo posible, mejor que mejor, ¿no? Para los compradores compulsivos en línea, definitivamente no.
Gratificación inmediata: Los productos que se venden por internet están en 2 formatos: digital y físico. En el formato digital, la compra la recibimos al instante. Y en el caso de adquirir artículos físicos, los envíos suelen ser rápidos. Las personas con adicción al internet buscan la denominada gratificación inmediata, aprovechándose de la inmediatez y sencillez con la que se obtienen los productos vía online.
Redes sociales: La exhibición de bienes materiales que algunos usuarios en las redes sociales suelen mostrar al público, puede generar incentivos a los compradores impulsivos a adquirir ciertos productos para mejorar su autoestima. Puede deberse también, a una perspectiva errada de poseer los mismos artículos que otros, ya que pueden percibir una necesidad en sí mismos que en realidad no poseen.
Comprar impulsivamente por internet puede acarrear distintas consecuencias. Veamos cuáles son:
Endeudamiento por la multitud de compras realizadas en un periodo de tiempo relativamente corto, afectando en gran medida a las finanzas personales.
Sentimiento de culpa al realizar una compra impulsiva.
Intensifica aún más la baja autoestima.
Para justificar sus compras, el individuo afectado tenderá a no decir la verdad a las personas a su alrededor, incluso evadirá la realidad de sí mismo.
Luego de efectuar y recibir su compra, la persona experimenta un sentimiento de vacío interior, ya que se da cuenta que el artículo comprado no satisfacía ninguna necesidad real.
Pueden experimentar inestabilidad emocional.
El primer paso es aceptar que tienes un problema. Ser conscientes de que posees una dificultad te permitirá actuar en consecuencia.
El profesional que puede ayudarte es el psicólogo. Así que trata de contactar con uno que ya posea experiencia en el campo de la adicción a las compras.
Por otro lado, es posible realizar pequeñas acciones para mitigar las compras compulsivas, siguiendo estas recomendaciones:
Utiliza un bloqueador de anuncios en el navegador que utilizas para evitar ver publicidad.
Elimina todos los medios de pagos que tienes guardado y usas para comprar en las aplicaciones, sitios webs y tiendas online.
Cuando tengas ansiedad por comprar algo nuevo, focaliza tu atención en una actividad que disfrutes, de esta manera podrás ir superando poco a poco dichos impulsos, y cada vez te será más fácil controlar tus acciones.
Trata de no utilizar las redes sociales. La forma más fácil de hacerlo, es desinstalar las aplicaciones de tu móvil. Pronto verás que no son necesarias en tu cotidianidad, y te acostumbrarás a vivir sin ellas.
No ingreses a las tiendas en línea, ni siquiera con la excusa de “entraré solo a mirar”, ya que este tipo de sitios están diseñados para incentivar al usuario a comprar.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Finanzas
Finanzas
Finanzas
Comentarios