Cuando pensamos en turismo, la mente suele proyectar lugares donde la diversión y el entretenimiento son los ingredientes principales de nuestros planes vacacionales.
Las proyecciones más habituales son: playas, naturaleza, parques recreacionales y lugares emblemáticos y famosos (como la Torre Eiffel).
Pero lo cierto es que, dentro del ámbito turístico, existen una gran variedad de tipos de turismo que satisfacen un amplio abanico de necesidades de muchos viajantes que, más allá de la diversión, desean tener una experiencia totalmente diferente a la habitual.
En este caso, hablamos del arqueoturismo, cuyo objetivo discierne de las actividades más comunes del turismo normal. Y en este artículo te lo explicamos todo, desde su definición técnica, sus actividades, características, y más.
El turismo arqueológico o arqueoturismo es un tipo de turismo que se caracteriza por viajar, contemplar y estudiar los elementos arqueológicos de un destino turístico.
El objetivo del arqueoturismo es promocionar la arqueología que constituye un lugar para dar a conocer su historia.
Permite a los visitantes con interés en el lugar, socavar en los detalles históricos más destacables del sitio turístico.
Entrar en yacimientos arqueológicos con el propósito de ver las concentraciones y restos que destacan del sitio.
Estudiar las actividades humanas de los asentamientos arqueológicos observando los distintos artefactos y elementos estructurales de la zona.
Visitar museos para observar los restos arqueológicos que se exhiben en sus instalaciones. Estos museos pueden exponer sus piezas al aire libre, en el interior, o tanto en el interior como en el exterior.
Dirigirse a sitios donde haya monumentos de alto valor histórico. Estudiar su historia y profundizar sobre el personaje o el acontecimiento que hizo llevar a cabo dicha obra. Conocer, también, el valor artístico que representa para los ciudadanos un determinado monumento.
Observar, estudiar y recorrer edificaciones que son consideradas como patrimonio arquitectónico.
Visitar ruinas arqueológicas comunes y no tan comunes para conocer más sobre la arquitectura y costumbres que caracterizaban y realizaban los antepasados de un sitio en concreto.
El turismo arqueológico es un tipo del turismo cultural.
Algunos elementos arqueológicos no están abiertos al público por temor a que estos sufran algún tipo de daño. Aunque también es debido a las diversas modificaciones que deben realizarse para acondicionar un sitio como destino arqueológico (construcción de edificios, carreteras, hoteles, etc.).
Un lugar arqueológico es un sitio con evidencias de actividades humanas del pasado.
No existe una delimitación física de un lugar arqueológico, ya que esta puede ir desde una gran ciudad antigua, hasta un pequeño artefacto.
Para que un sitio pueda ser considerado como destino arqueológico, es necesario que este sea preparado como tal para, primeramente, resguardar el producto de arqueología y luego acondicionar el sitio para recibir visitas y mostrar adecuadamente el producto turístico.
El turismo arqueológico es importante por las siguientes razones:
Contribuye en el cuidado y la prevalencia de los distintos elementos arqueológicos que componen el destino turístico.
Permite generar comercios y empleos alrededor de los diferentes sitios arqueoturísticos.
Influye en el crecimiento cultural de la zona.
Un sitio arqueológico ayuda a representar la identidad cultural del sitio.
Mediante el turismo arqueológico se puede estudiar los entresijos históricos de un lugar de interés, siendo una alternativa más vívida al estudio utilizando libros.
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