El razonamiento científico es un modo de pensamiento que busca explicar el mundo natural a través de técnicas empíricas, sistemáticas y objetivas, donde las creencias personales no tienen cabida en la ecuación. Veamos a continuación de qué se trata este tipo de raciocinio.
El razonamiento científico se basa en el uso de técnicas del método científico para confirmar o desmentir una hipótesis. Por ende, se apoya en la observación, el planteo de hipótesis, la experimentación, el análisis, y la comprobación de la hipótesis, con el fin de llegar a una verdad empírica.
Aunque este proceso se utiliza comúnmente en el campo de la ciencia, también puede ser aplicado para resolver de problemas de la vida cotidiana. Por ejemplo, resolver problemas en el hogar, como identificar la causa de un electrodoméstico que no funciona adecuadamente y corregir el problema.
Empírico: Es empírico porque se basa en la evidencia que se obtiene a través de la observación, experimentación y recolección de datos. La verdad de una afirmación se basa en la evidencia y no en una opinión o creencia personal.
Sistemático: Este proceso se lleva a cabo de manera ordenada y estructurada, siguiendo una serie de pasos que permiten verificar la hipótesis y evaluar la evidencia obtenida.
Analítico: Se utilizan habilidades analíticas para identificar patrones y tendencias en los datos que se han recopilado, permitiendo desarrollar teorías que se ajusten a la realidad empírica.
Crítico: Se debe ser crítico con la información encontrada, ya que, es necesario ser escéptico a la hora de evaluar las teorías que se presentan. Este enfoque crítico es esencial para descubrir la verdad empírica y evitar la aceptación de ideas erróneas o falsas.
Objetivo: Hay que evaluar los datos obtenidos de manera objetiva, evitando los sesgos personales, tratando de separar creencias y prejuicios de la realidad empírica. Esto permite que las teorías formuladas sean consideradas como fiables y precisas.
Riguroso: El razonamiento científico exige rigor en todas sus etapas, desde la formulación de la hipótesis hasta la interpretación de los resultados. Esto significa que se debe ser muy cuidadoso en todo el proceso de razonamiento
Replicable: Los resultados deben ser replicables, es decir, otros investigadores deben poder reproducir los experimentos y obtener resultados similares. De esta manera, se asegura que las conclusiones obtenidas son válidas y confiables.
Permite entender el mundo de manera objetiva: El razonamiento científico busca evidencias para entender cómo funcionan las cosas, dejando de lado prejuicios o creencias personales. Esto permite construir un conocimiento más sólido y confiable sobre nuestro entorno.
Es esencial para el progreso de la sociedad: Los avances más significativos en la historia de la humanidad se deben al razonamiento científico. Al investigar y encontrar soluciones a diversos problemas, se logran mejoras en diferentes ámbitos, como la medicina, la tecnología o el medioambiente.
Fomenta la curiosidad y la creatividad: Esta forma de razonamiento requiere pensar con un carácter innovador para abordar los problemas. Además, se fomenta la curiosidad y el pensamiento crítico, que son habilidades muy útiles para cualquier persona en cualquier campo de trabajo.
A continuación, veremos dos ejemplos ilustrativos sobre el razonamiento científico:
El estudio de la relación entre el consumo de tabaco y el cáncer de pulmón: Aquí podemos ver que el razonamiento científico se utiliza para determinar la existencia de una correlación entre el hábito de fumar y el desarrollo de cáncer de pulmón. Para ello, se realizan estudios epidemiológicos que contrastan las tasas de cáncer de pulmón en grupos de fumadores y no fumadores. De esta manera, se demuestra el vínculo existente entre ambos factores.
Descubrimiento de la penicilina: En este caso, el razonamiento científico se utilizó para explorar la razón por la que algunos microorganismos no se desarrollaban en presencia de ciertos hongos. El científico Alexander Fleming observó que la bacteria estafilococo no se desarrollaba en presencia de una sustancia producida por el hongo penicillium, lo que llevó al descubrimiento de la penicilina, uno de los antibióticos más importantes de la historia de la medicina.
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