La capacidad de hablar en público es la habilidad más valiosa de una persona de negocios moderna. Los representantes de muchas profesiones, debido a sus funciones, se enfrentan con frecuencia a la necesidad de dirigirse a una audiencia: un alto directivo necesita motivar a sus subordinados, un representante de ventas necesita convencer a un cliente.
No le tenemos miedo a la actuación, sino a cómo reaccionará el público ante ella. La incertidumbre asusta: ¿qué pasará después de entrar al escenario? Aquí, un factor muy importante es la comprensión de que casi siempre la gran mayoría de la gente espera beneficiarse de su presentación, respectivamente, están sinceramente interesados y quieren que tenga éxito.
Si está perfectamente preparado para la presentación, es dueño del tema, no tiene nada que temer. El miedo es solo un mecanismo de defensa contra una situación en la que te puedes encontrar durante un discurso, pero lo más probable es que nunca te encuentres. Piense en ello como un desafío adicional y una motivación. Cómo lidiar con el miedo, la ansiedad y el estrés se cubre en detalle en nuestro curso de autorregulación mental.
Solo unos pocos pueden determinar cuán preocupada está otra persona por su apariencia. Es un error asumir que la audiencia ve lo preocupado que estás. Esto significa que hay al menos una razón menos para el miedo.
Hay muchos libros y capacitaciones prácticas que lo ayudarán a aprender cómo prepararse para un discurso, atraer a una audiencia, mantener el contacto y, como resultado, hacer un discurso más cómodo.
Obtenga un video de su discurso y analice cuidadosamente todo, desde tartamudeos y parásitos en el habla hasta expresiones faciales y gestos. Puede hacer lo mismo justo antes de la presentación: use la cámara de la computadora portátil para grabar y ver desde un lado. Como dijo Séneca: “Antes de decir algo a los demás, dígalo a usted mismo”.
La confianza surge cuando todo está bajo control. Asegúrese de conocer el material, intente anticiparse a las preguntas. Haz un plan de discurso detallado y divídelo en puntos principales para memorizar. Haga que el discurso no sea aburrido, incluya un par de chistes, citas, historias.
Los psicólogos creen que sonreír alivia el estrés. Además, en un nivel subconsciente, esto pondrá a una parte de la audiencia en relación contigo.
Hay muchas técnicas de relajación, autohipnosis, basadas en la meditación o ejercicios de respiración. El siguiente ejercicio se puede utilizar como ejemplo. Enfoca toda tu atención en inhalar y exhalar. Respira profundamente, conteniendo la respiración durante unos segundos. Mientras exhala, cuente mentalmente del 1 al 5. Concéntrese durante al menos 5 minutos, esto aliviará la tensión.
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