La inteligencia emocional es un concepto que logró fama mundial gracias al psicólogo estadounidense Daniel Goleman y a su libro Inteligencia emocional, el cual describe las particularidades de este tipo de inteligencia.
En este artículo, te contamos un poco sobre ella.
La inteligencia emocional alude a la capacidad de identificar, diferenciar y comprender las emociones de otros y las de sí mismo. Es, además, la facultad de gestionar apropiadamente las emociones propias.
Dentro de la inteligencia emocional, existen 2 tipos principales:
Inteligencia intrapersonal: Es la habilidad que tiene una persona para conocerse a sí misma. Ello se refiere al entendimiento avanzado que se posee sobre su propia persona, conociendo a profundidad sus sentimientos, sus aspiraciones en la vida, sus fortalezas y sus debilidades.
Inteligencia interpersonal: Se refiere a la capacidad para comunicarse apropiadamente con otros, empatizar con ellas y entenderlas emocionalmente. Ello permite que una persona con esta inteligencia pueda actuar de la manera más efectiva dependiendo del contexto emocional de la otra personal.
Ambas inteligencias son parte de la teoría de las inteligencias múltiples, un modelo creado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, el cual fue publicado en el año 1983.
Reconocer las emociones propias.
Diferenciar las emociones que se perciben.
Entender los sentimientos propios y de los demás.
Gestionar las emociones.
Estabilizar las emociones.
Mirar en el interior propio para reflexionar en profundidad sobre las ideas y los sentimientos que se tienen en un momento dado.
Comprender la manera de pensar y actuar de sí misma.
Escuchar con atención a los demás para entender lo que desean expresar.
Expresar apropiadamente aquello que se desea decir.
Empatizar con otros.
Aprender a controlar las emociones para evitar que sean ellas las que tomen el control de la situación.
Mejorar la comunicación verbal para expresar mejor lo que se siente.
Desarrollar más la empatía para comprender de forma más precisa los sentimientos de los demás.
Desarrollar la escucha activa para entender el mensaje que otros quieren comunicar.
Aprender a hacer autocríticas constructivas.
Practicar mindfulness.
Aprender a negarse a ciertas cosas, priorizando el bien propio antes que el de los demás.
Desarrollar la capacidad de identificar las emociones para evitar confundirlas con otras y tener consciencia sobre lo que se siente en cada momento.
La inteligencia emocional es una cualidad que destaca por su utilidad en cualquier ámbito de la vida. Ella te permite crear nuevas relacionales y fortalecer las que ya existen, solucionar conflictos, comunicar efectivamente, comprender contextos emocionales, empatizar con los demás, regular las emociones, tomar buenas decisiones, superar situaciones difíciles y trabajar apropiadamente en equipo.
Intervenir en conflictos de trabajo para solucionarlos de manera efectiva.
Controlar episodios de enojo.
Ponerse en el lugar de una persona que está pasando por un mal momento para comprenderlo a cabalidad, permitiendo saber qué hacer en tal situación.
No confundir la tristeza con la depresión.
Expresar un determinado sentimiento utilizando las palabras precisas, de modo que la otra persona pueda comprender muy bien lo que sientes.
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