La conciencia es la forma más elevada de actividad mental, que sólo es propia del ser humano y es inaccesible para los animales. Con la ayuda de la conciencia, el hombre refleja su entorno, el medio social más cercano y su propio mundo interior.
La conciencia tiene un vínculo directo con las principales funciones del cerebro y puede cambiar cualitativamente durante la vida de una persona. El proceso de desarrollo de la conciencia consiste en mejorar el trabajo del cerebro, aumentar la inteligencia y enseñar una actitud consciente ante la vida.
La conciencia es un producto subjetivo del desarrollo humano, y al mismo tiempo su contenido es el conocimiento del mundo que nos rodea, sus conexiones y leyes básicas. Esto significa que la conciencia puede ser llamada una imagen subjetiva de la realidad objetiva.
En el transcurso del desarrollo histórico de la humanidad, la conciencia humana también se fue desarrollando gradualmente. La fuente de su desarrollo es la necesidad de la persona de cooperar, comunicarse e interactuar con otras personas.
Esta necesidad surgió ya en la sociedad primitiva, en una situación en la que las personas comenzaron a trabajar juntas para producir herramientas y bienes. En el proceso de realización de estas actividades, y para su resolución efectiva, las personas necesitaban hablar para poder acordar los objetivos y los detalles de la tarea que tenían por delante.
La actividad conjunta sería sencillamente imposible si sus participantes no se pusieran de acuerdo y no entendieran su papel en el proceso de la actividad conjunta. Sin duda, cabe destacar que el hombre primitivo sólo desarrolló los rudimentos de la conciencia y que ésta se encontraba en la fase inicial de su desarrollo. 👉Durante miles de años la conciencia humana fue como un proceso de desarrollo y perfección.
No se puede decir que en la etapa actual de desarrollo de la humanidad se conozca absolutamente todo sobre la conciencia y que el proceso de su desarrollo se haya completado. El desarrollo de la conciencia es un proceso inacabado, y el conocimiento de las leyes de su desarrollo ayuda a comprender sus características.
Los estudios científicos sobre la conciencia en psicología dividen el proceso de su desarrollo en las siguientes etapas:
La primera etapa del desarrollo de la conciencia se produce antes de que el niño cumpla un año de edad. Durante este periodo, la conciencia del niño se llama despierta. Durante este período de desarrollo, el niño tiene las primeras reacciones a las manifestaciones del mundo exterior. Son las manifestaciones iniciales de la conciencia. El niño puede elegir las situaciones más agradables que satisfagan sus necesidades.
La segunda etapa de desarrollo abarca el periodo de uno a tres años. Esta etapa se denomina en psicología objetiva y es ahora cuando la conciencia se desarrolla más intensamente. En el proceso de la actividad vital, el niño acumula muchas impresiones de la interacción con la realidad circundante, se familiariza con los objetos y fenómenos que le rodean. El volumen de sus ideas sobre el mundo crece y se ve favorecido por su capacidad de caminar y el desarrollo de su habla. El proceso de desarrollo del lenguaje pone en marcha un mecanismo de desarrollo mental en el que el niño tiene la capacidad de generalizar y aparecen elementos de distracción y abstracción.
La tercera etapa de desarrollo es característica de la edad de tres a nueve años. Esta etapa se denomina conciencia individual. El proceso de desarrollo es todavía muy activo y en esta etapa el niño ya es capaz de separar su personalidad del mundo exterior. Los procesos de desarrollo del habla y todos los procesos cognitivos básicos continúan. El momento más importante del desarrollo es tomar conciencia de su propio yo niño.
La cuarta etapa de desarrollo se da entre los nueve y los dieciséis años, ya que es aquí donde se da un proceso de desarrollo de la conciencia colectiva. Es en esta edad cuando el adolescente adquiere la comprensión más clara de sí mismo como individuo, de las pautas de desarrollo de la realidad circundante y de las peculiaridades de las relaciones colectivas. Se desarrolla la capacidad del adolescente para ver la relación entre los acontecimientos pasados y presentes. Eso es lo que ayuda a la formación de la conciencia social.
Y la quinta etapa de desarrollo es propia de los veinte años en adelante, pues se adquiere la conciencia reflexiva, que es una forma más desarrollada de conciencia social. Surge la capacidad de introspección y autoobservación y de examinar los propios pensamientos y creencias. Hay una reevaluación de los conocimientos obtenidos a lo largo de la vida con el fin de evaluar su relevancia para el estado real de las cosas.
Otra dirección no menos importante de la mejora de la conciencia humana es el proceso de desarrollo del pensamiento y del habla en su estrecha relación. La persona adquiere la capacidad de comprender profundamente la esencia de las cosas, mientras que el proceso de desarrollo del habla contribuye a la designación de nuevos conceptos y a la descripción de los fenómenos de la vida circundante.
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Comentarios 1
Sencillo,interesante y aleccionador artículo sobre la conciencia