Se conoce como energía undimotriz como aquella energía renovable obtenida del movimiento ondulatorio del mar, que convierte la fuerza de las olas en electricidad mediante diversos dispositivos mecánicos.
Ver también: ¿Qué estudiar para trabajar en energías renovables?
La energía undimotriz (también llamada energía de las olas) es una fuente de energía limpia que utiliza el vaivén de las olas oceánicas para generar electricidad. Básicamente, convierte la energía cinética de las olas en energía eléctrica.
Para comenzar, se utilizan dispositivos llamados “captadores de olas” o “boyas”. Estos dispositivos flotan en la superficie del mar y están diseñados para moverse con el vaivén de las olas. Al moverse, estos captadores recogen la energía del movimiento.
El movimiento captado por los dispositivos se convierte en energía mecánica a través de un sistema de pistones o engranajes. Esta energía mecánica se usa para mover un generador eléctrico. El generador es el componente clave que convierte la energía mecánica en electricidad.
Una vez que se ha generado electricidad, esta se envía a través de cables submarinos hasta la costa. En la costa, la electricidad se dirige a una estación de transformación donde se ajusta el voltaje para que sea adecuado para su distribución.
Desde la estación de transformación, la electricidad viaja a través de una red de cables hasta las subestaciones locales. Desde allí, se distribuye a los hogares y empresas en forma de energía eléctrica que se puede usar para diversas necesidades, como iluminación, calefacción y funcionamiento de aparatos eléctricos.
La energía eléctrica finalmente llega a tu hogar o lugar de trabajo, donde se usa para una variedad de propósitos. Puedes utilizar esta energía, por ejemplo, para encender luces, hacer funcionar electrodomésticos, o cargar dispositivos electrónicos.
La energía de las olas es inagotable mientras existan océanos.
Genera menos contaminación en comparación con los combustibles fósiles. Es decir, la producción de electricidad a partir de las olas no produce emisiones de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄) y otros contaminantes que resultan de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural.
Los patrones de oleaje tienden a seguir ciclos regulares y predecibles, permitiendo a los científicos y a los ingenieros predecir con mayor precisión la energía que se puede generar en diferentes momentos.
Las instalaciones de energía undimotriz generalmente operan de manera más silenciosa que otras plantas de energía renovable.
Las estructuras suelen estar en el mar o bajo el agua, por tanto hay poco impacto visual en las áreas costeras.
Tanto la instalación como el mantenimiento de las infraestructuras para aprovechar la energía undimotriz pueden ser costosos.
La construcción y operación de las instalaciones pueden afectar la vida marina y los hábitats oceánicos.
Las instalaciones undimotrices pueden representar obstáculos para la navegación marítima.
No todas las áreas costeras tienen el mismo potencial para generar energía undimotriz.
La tecnología para aprovechar la energía de las olas aún está en desarrollo.
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