El niño necesita desarrollar sus factores de protección, para ello el padre, madre o tutor que este bajo su responsabilidad debe tener en cuenta tanto los internos como los externos, de modo que pueda orientar al infante hacia un crecimiento saludable.
Se pueden determinar una serie de factores protectores en el niño y en su entorno de vida, que son fundamentales para un desarrollo saludable.
No siempre se puede lidiar con eventos difíciles y estresantes. Por ello es importante apoyar a los niños en sus experiencias para que tengan la sensación de que pueden hacerlo y que sus factores de riesgo y protección están en equilibrio.
Los padres quieren que sus niños estén bien y, pese a que, cada niño es diferente. Es por eso que no existe una fórmula mágica para un desarrollo saludable. Sin embargo, los siguientes aspectos pueden ayudar:
1) Estar atento a las necesidades físicas y de satisfacción adecuada: Los niños necesitan la oportunidad de dormir regularmente, sin molestias y de manera suficiente. Necesita alimentos variados y saludables, suficiente espacio y tiempo para moverse libremente.
2) Los niños tienen una gran necesidad de cercanía física y apego desde el nacimiento: Quieren saber que están seguros, que los padres están cercanos; necesitan confiabilidad y un sentido de pertenencia y solidaridad. Los hábitos, los rituales e incluso las rutinas diarias les dan seguridad. Los padres que proporcionan comidas y temporadas juntos, así como procedimientos recurrentes a la hora de acostarse, brindan a sus hijos el apoyo adecuado.
3) Prestar atención, apreciar y amar al niño: Los niños quieren ser vistos y respetados para que se sientan como personas y se experimenten amados. Hacen mucho por esto y a veces es difícil para los padres entender por qué su hijo ahora está jugando "en primer plano".
4) Proporcionar al niño orientación y seguridad: Especialmente los niños pequeños necesitan una regularidad y previsibilidad ordenadas en "su día", de cuándo y qué sucederá. Se orientan por esto y miran a los padres para ver si son predecibles y si se puede evaluar su comportamiento.
5) Permitir que el niño explore el mundo: Los niños quieren conocer y examinar su entorno; quieren saber cómo funciona algo y cómo se relaciona. Los padres pueden apoyarlos creando un ambiente estimulante para sus hijos (hogar, jardín, parque infantil, bosque, excursiones, etc.) y acompañándolos en sus descubrimientos.
6) Apoyar al niño en su autorrealización: Es necesario involucrarse en estos “periodos de desarrollo” de la autonomía en edad temprana: el niño quiere hacer todo "solo" y los padres a veces piensan que puede dar resultado, pero no es así, ya que está en etapa de aprendizaje y es ahí donde el padre puse requiere más bien de orientación. Al experimentar, el niño conoce sus propias habilidades y fortalezas y puede evaluarse mejor, de acuerdo con sus necesidades y su temperamento.
Es fundamental que los padres tengan presentes y ayuden a conocer los factores de protección para el niño, para resguardar el desarrollo saludable de este. Existen dos tipos de factores de protección, los internos que tienen que ver con la regulación interna del niño ante factores de riesgo y las externas en las que se encuentran más involucradas las personas que están al cuidado del niño. Además, se proporcionan recomendaciones para padres de modo que se favorezca el desarrollo saludable del niño.
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