Los sistemas de eco-etiquetado persiguen la finalidad de otorgar un distintivo a los productos y servicios que, en comparación con otros productos o servicios que cumplen la misma función, son más respetuosos con el medio ambiente (Ayuso, 2003). El consumidor puede reconocer en un producto o servicio eco-etiquetado que éste cumple unas rigurosas especificaciones ambientales exigidas por el organismo otorgador, y considerar así esta información en su decisión de compra.
Según el UNEP, los principales objetivos de las eco-etiquetas en el sector turístico se resumen en los siguientes puntos:
En la industria turística existe un interés creciente en el reconocimiento de empresas a través del sistema de certificación por eco-etiquetado. La mayoría de los sistemas existentes se dirigen a las instalaciones turísticas, con especial representación en los establecimientos hoteleros como hoteles, hostales, pensiones y campings.
La mayoría de las eco-etiquetas fueron desarrolladas en los años ´90 como etiquetas de ámbito local o regional, promocionadas en gran parte por asociaciones empresariales. En los últimos años, se han creado cada vez más esquemas nacionales e internacionales.
En algunos casos, estas iniciativas nacionales desplazarán las etiquetas locales y regionales como ha pasado con la primera etiqueta nacional austriaca “Distintivo austriaco para empresas turísticas” (Österreichisches Umweltzeichen für Tourismusbetriebe) y como previsiblemente pasará en Alemania con el nuevo sello VIABONO. Por otra parte, el proyecto europeo VISIT, iniciado en enero de 2001 pretende desarrollar un estándar común para los criterios y los procesos de verificación de las eco-etiquetas turísticas en Europa y aunar los esfuerzos para promover los productos certificados entre consumidores y tour operadores.
En paralelo, la ONG Rainforest Alliance está promoviendo activamente la creación de un Consejo de Acreditación de Sostenibilidad en Turismo (Sustainable Tourism Stewardship Council, STSC) como entidad de acreditación internacional para sistemas de certificación de turismo sostenible y ecoturismo (2003).
La ISO ha diseñado tres normas para definir diferentes tipos de etiquetas ecológicas o eco-etiquetas:
A continuación, presentamos una recopilación de algunos de los sellos y eco-etiquetas que intentan garantizar la sostenibilidad de las empresas turísticas:
Es el sistema de certificación más importante a nivel mundial en materia de turismo sostenible. Fundada en 1993, es miembro afiliado de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT). Es la única eco-etiqueta aplicable a todo tipo de actividades turísticas en todo el mundo, tanto para empresas turísticas (tour operadores, hoteles, otros alojamientos) como para destinos turísticos.
Está basada en los principios de la Agenda 21. Los productos que son certificados positivamente por Green Globe consiguen le logo que les acredita como especialmente sostenibles. Existen cuatro categorías diferentes de “Green Globe 2”:
El certificado de empresa se utiliza para evaluar los trabajos realizados en 20 sectores diferentes de la industria turística, entre los que está el alojamiento, las estancias en granjas y las zonas de camping. Se compone de 337 indicadores que varían según el área geográfica y los factores locales y que son revisados y actualizados 2 veces al año.
Se basa en el Reglamento (CEE) nº 1980/2000, de 17 de julio de 2000, cuya meta básica es orientar a los consumidores europeos hacia productos y servicios con efectos menos perjudiciales para el medio ambiente durante todo su ciclo de vida.
En el año 2003 se establecieron los criterios ecológicos para la concesión de la etiqueta Ecológica Europea a los servicios de alojamiento Turístico (Decisión 2003/287/CE de la Comisión Europea de 14 de abril de 2003). Cabe destacar que la etiqueta desarrollada considera las tres principales fases del ciclo de vida del servicio ofrecido por el alojamiento turístico: compra, prestación del servicio y producción de residuos.
Un centro de alojamiento Biosphere Hotel es aquel que se integra en su medio, fomentando el desarrollo social y económico de la comunidad local. Minimizan sus impactos ambientales y colaboran activamente por el desarrollo local, ofreciendo al cliente un producto diferente, basado en la maximización de la experiencia turística a través de la integración del visitante en el entorno ambiental, cultural y social.
Los centros pueden ser hoteles/aparta-hoteles vacacionales, urbanos, rurales o de patrimonio, en función de su ubicación y características.
En 1997, el Instituto de Turismo Responsable (ITR) desarrolló el Sistema de Turismo Responsable con la certificación que ahora nos ocupa (ITR 2003 a).
El sistema de certificación Biosphere Hotels pretende ir más allá de la gestión ambiental de los establecimientos y tener en cuenta la conservación del hábitat de la vida en la tierra (la biosfera), la satisfacción de las expectativas de los turistas y el aumento de la calidad de vida de la población local.
El contexto geográfico para el que está diseñado el sistema es, con carácter general, cualquier territorio o ciudad dotada de patrimonios naturales y culturales valiosos.
El ITR distingue entre cuatro etiquetas distintas:
Desde hace poco el ITR también ofrece la posibilidad de adherirse progresivamente a los estándares del Sistema de Turismo Responsable a través de protocolos de adhesión para cadenas hoteleras y destinos turísticos.
Los criterios en los que se basa el estándar se dividen en cinco grupos: de ahorro de recursos, de eficiencia medioambiental, de sostenibilidad, de respeto cultural y de marketing responsable.
Es una Red europea creada en Holanda en 1993, partiendo de la consideración que la agricultura intensiva y el turismo de masas contribuyen a la degradación del medio natural. Promueve el uso sostenible del suelo y el desarrollo rural, elaborando modelos donde medio ambiente, agricultura y turismo se interrelacionen y beneficien mutuamente. Cuenta actualmente con más de 1.500 alojamientos turísticos sostenibles con implantación en 22 países europeos. Con esta etiqueta se garantiza al consumidor, la originalidad, lo autóctono, la conservación, la calidad del lugar que va a visitar, tanto patrimonial como medioambiental.
Este programa llevado a cabo por el Departamento de Recursos Naturales, el Instituto Costarricense de Turismo (ITC) y la Comisión Nacional de Acreditación de Costa Rica, se ha convertido en uno de los estándares más importantes del mundo en materia de sostenibilidad.
A través de este programa se certifican aquellas empresas turísticas que están trabajando en sostenibilidad. De acuerdo con el grado de desarrollo sostenible que apliquen obtienen una puntuación que puede ir mejorando según sus progresos.
En el proceso de certificación se evalúan cuatro ámbitos fundamentales:
A través de un cuestionario específico se observa el grado de cumplimiento por parte de la empresa que desea ser certificada.
Existen cinco niveles de certificación: el 0 establece que las empresas tienen un 20% de cumplimiento y el 5 es el nivel en el que se da un cumplimiento del 95% o superior.
El grupo alemán TÜV Rheinland Berlin-Brandenburg desarrolló en 1999 el certificado medioambiental Establecimiento Eco-comprobado (en alemán, “Öko- Proof-Betrieb”), una certificación específica para hoteles y restaurantes (TÜV Rheinland Ibérica 2003a). El objetivo es ofrecer al sector turístico un modelo de certificación medioambiental más sencillo y práctico que las certificaciones de SGMA ISO 14001 o EMAS, estableciendo a la vez unos estándares medioambientales adecuados para asegurar el prestigio del certificado frente a los clientes.
Además, se basa en la confianza que tienen los turistas alemanes en el nombre “TÜV”, al que conoce la práctica totalidad de la población de este país por las inspecciones técnicas de vehículos y los exámenes de conducción realizadas por los organismos TÜV.
La certificación se concede en función de una puntuación que la empresa obtiene sobre un cuestionario desarrollado específicamente para el sector. El cuestionario comprende 14 elementos que tratan las distintas áreas que debe comprender una buena gestión medioambiental en un hotel o restaurante.
Los criterios se dividen en criterios principales o de obligado cumplimiento y criterios secundarios o voluntarios, de los que la empresa tiene que llegar a superar el 75 %. Aparte, hay preguntas bonus que suponen una puntuación extra.
Las empresas que soliciten la certificación deben rellenar el cuestionario que será evaluado por RÜV Rheinland Berlin-Brandenburg (en España TÜV Rheinland Ibérica, S.A.) y comprobado mediante una auditoria al hotel. Una vez concedido el certificado, éste tiene una validez de dos años, tras los cuales hay que volver a realizar la auditoría. Para preparar a los establecimientos para la certificación, TÜV Rheinland Ibérica, S.A. ofrece una formación específica enfocada a transmitir todos los requisitos específicos de la marca de Establecimiento Eco-Comprobado.
En España, por medio de la Asociación Española de Normalización y Certificación – AENOR, las empresas pueden obtener el certificado “AENOR Medio Ambiente”. Esta etiqueta ofrece información acerca de productos y servicios que superan determinados requerimientos de calidad ambiental, más allá de los establecidos como obligatorios por la normativa vigente.
Además, en España nos encontramos con algunos ejemplos de etiquetado ecológico específicos del sector turístico, a iniciativa de administraciones públicas y entidades privadas. Entre ellas cabe destacar el Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental de Cataluña, la etiqueta Doñana 21, y el Distintivo Ecoturístico de Alcudia.
Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental (Cataluña)
A partir de 1998 la Generalidad de Cataluña comienza a desarrollar eco-etiquetas para el sector turístico. El sistema de etiquetado ecológico del Distintivo de Garantía de Calidad Ambiental o DGCA, creado inicialmente en 1994 para garantizar la calidad ambiental de los productos, es ampliado al ámbito de los servicios. Fruto de esta ampliación son, entre otros, los distintivos para campings, instalaciones juveniles, residencias-casas de payés y establecimientos hoteleros.
Los objetivos que se persiguen consisten en promover el diseño, la producción, la comercialización, el uso y el consumo de aquellos productos y servicios que favorezcan la minimización de residuos o la recuperación y reutilización de los subproductos, las materias y las sustancias que contienen, y también de los que conllevan un ahorro de recursos, especialmente de energía y de agua.
Al mismo tiempo, se pretende proporcionar a los usuarios y consumidores una información mejor y más fiable sobre la calidad ambiental de determinados productos y servicios que les oriente en sus decisiones de uso o de compra.
Los criterios ecológicos son establecidos por el Consejo de Calidad Ambiental, a través de comisiones de trabajo y consultas con expertos. Los criterios tienen una validez de tres años, tras los cuales se procede a una revisión para adecuarlos, si fuera preciso, a los nuevos conocimientos científicos y técnicos. El DGQA para los establecimientos hoteleros establece como criterio general que las instalaciones deben disponer de la correspondiente autorización y que deben cumplir la legislación ambiental vigente (DOGC 2000). Los criterios ambientales particulares se dividen en criterios básico (de obligado cumplimiento) y criterios opcionales puntuables, entre los cuales el solicitante puede escoger hasta obtener una puntuación mínima.
Doñana 21 (Andalucía)
Esta etiqueta se crea por la Fundación Doñana 21 a fin de poner en alza los valores propios de las empresas y productos de la comarca de Doñana, como una forma de aportar una certificación que garantiza que las empresas adheridas a la misma incorporan sistemas de aseguramiento de la calidad y gestión medioambiental, apostando de esta manera y de una forma definitiva por el modelo de desarrollo sostenible en una zona de elevado interés ecológico íntimamente vinculada a los aspectos socioeconómicos. La etiqueta actúa como una marca de garantía para aquellas empresas que cumplen las exigencias internacionales de calidad y respeto al medio ambiente, siguiendo para ello un proceso de certificación previa normalización (Vaca y García de Soto, 2002).
Los requisitos para conseguir la Etiqueta Doñana 21 son los siguientes:
El proceso de evaluación conforme al cual se obtendrá la certificación se produce generalmente en cinco pasos: fijación de criterios (estándares) de evaluación, valoración de la empresa, certificación de dicha evaluación, reconocimiento del valor de la misma y, por último, aceptación por el sector. En dicha secuencia de movimientos intervienen, principalmente, cinco actores que se desglosan de la siguiente forma: 3 entidades (patrocinadora, certificadora y verificadora o auditora), la empresa candidata y, en último lugar, el mercado.
Distintivo Ecoturístico de Alcúdia (Mallorca)
Alcudia es un municipio situado al Noreste de Mallorca, cuyos 30 Km. de costa lo convierten en destino preferente del turismo de sol y playa. Sin embargo, también cuenta con un importante patrimonio histórico y con diversos espacios naturales protegidos, entre los que destaca “S’Albufera” una zona húmeda de vital importancia ecológica por el gran número de especies protegidas que alberga.
En este contexto, en 1992, el Ayuntamiento declaró “Alcudia: Municipio Ecoturístico” con el objetivo de promocionar un turismo sostenible, buscando el equilibrio entre desarrollo económico y protección del medio ambiente y cuyos objetivos específicos han sido:
Actuaciones:
Mediante la creación del Distintivo Ecoturístico para establecimientos turísticos se pretendían alcanzar los siguientes objetivos específicos:
Se desarrollaron tres tipos de documentos que regulan la obtención del distintivo: el reglamento, que consta de trece requisitos (de los cuales nueve son obligatorios y cuatro son optativos); la normativa específica, que determina la documentación a presentar junto con la solicitud; y las recomendaciones, que proporcionan información y consejos prácticos para facilitar el cumplimiento de los requisitos del reglamento.
La concesión del “Distintivo Ecoturístico” para establecimientos hoteleros se puso en marcha en 1994, ampliándose en 1998 a los establecimientos de restauración (bares, restaurantes y cafeterías).
Los establecimientos interesados pueden solicitar o renovar el distintivo de forma anual, presentando la documentación justificativa de que cumplen con los requisitos y abonando una tasa para gastos de tramitación.
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