El término comportamiento organizativo se originó por la necesidad de referirse a la variedad de respuestas conductuales de un individuo (grupo) a las influencias de la organización (incentivos, demandas de roles y administrativas, prescripciones y sanciones), y a la variabilidad de los tipos de estas respuestas.
El comportamiento organizativo puede ser clasificado de la siguiente manera:
Está comprobado que la garantía del éxito de una empresa es, en gran medida, una organización eficaz, así como una gestión dinámica.
La organización consiste en planificar y definir las funciones y actividades necesarias para realizar un determinado trabajo, y en unir estas funciones y actividades dentro de un grupo, sector, departamento, unidad.
Toda organización está formada por personas que tienen un objetivo, trabajan en equipo y utilizan conocimientos y técnicas específicas. A menudo también se denomina organización a una empresa individual como unidad de producción, que constituye un todo.
La psicología puede identificar varias orientaciones metodológicas fundamentalmente diferentes que explican la variación del comportamiento organizativo (algunas de las cuales han sido descritas):
Metodología basada en diferencias individuales: las peculiaridades del comportamiento de los actores sociales se explican por la presencia de rasgos innatos o adquiridos de una persona (grupo).
Perspectiva conductista y no conductista: el comportamiento se describe en términos de respuestas racionales adecuadas a diversas influencias externas, por lo que el individuo (grupo) elige deliberadamente una línea de comportamiento para aumentar las recompensas y evitar las sanciones negativas.
Enfoque psicoanalítico: El comportamiento se describe como inconsciente y resultante de los conflictos intrapersonales y las aspiraciones ambivalentes del individuo.
Metodología cognitiva: El comportamiento organizativo se considera el resultado de la interpretación de un individuo (o grupo) de una situación concreta.
Psicología de la Gestalt: el comportamiento real del individuo (grupo) se interpreta como la realización de estrategias vitales, ajustadas según las estrategias vitales de los demás.
El método de dinámica de grupo: el comportamiento individual y colectivo se describe en el contexto de los procesos de desarrollo del grupo.
Método socio-típico: se parte de la base de que un grupo, como sujeto de relaciones organizativas y objeto de gestión, se caracteriza por propiedades y rasgos típicos (inherentes o desarrollados) debidos a la pertenencia social (cultural, profesional, etc.).
Teoría de la acción social: se considera que el comportamiento organizativo es consecuencia de una acción colectiva racional (limitadamente racional) y coordinada, en la que cada individuo (grupo) tiene en cuenta a los participantes en la interacción.
Método normativo-institucional: El comportamiento organizativo se considera en el contexto de un sistema social unificado que funciona y se interpreta como el resultado de la aceptación por parte del individuo de las normas establecidas socialmente, de los requisitos de los roles y de las sanciones por comportamientos no habituales, que proporcionan el nivel necesario de previsibilidad y orden.
Método funcionalista: el comportamiento del individuo (grupo) se considera dentro de un sistema social único; se supone que los individuos (grupos) que interactúan tienen un deseo inherente de preservar y fortalecer la integridad social; todos los procesos se llevan a cabo para garantizar la supervivencia del sistema social, la integración, la cooperación y el equilibrio.
Método interaccionista: el comportamiento organizativo se describe a través del punto de vista de los procesos de interacción, cuando un individuo (grupo) se ve obligado a tener en cuenta el sistema de expectativas (prescripciones de rol) en su comportamiento.
Método del conflicto: El comportamiento organizativo se ve en términos de choque de intereses y posiciones opuestas de los participantes en la interacción, a través de la perspectiva de lucha por los escasos recursos materiales y sociales; el conflicto se interpreta como un fenómeno normal que subyace a los cambios y aumenta el grado de integración del sistema social.
Modelos de intercambio social: las relaciones de los individuos, los grupos y las organizaciones se describen como un comportamiento racional, entendido como un intercambio mutuamente beneficioso de actividades y recompensas.
Método fenomenológico: El comportamiento organizativo se interpreta como una consecuencia de la interacción consciente y constantemente ajustada de diferentes actores que persiguen sus objetivos, se unen temporalmente en coaliciones o entran en conflicto entre sí y construyen e interpretan constantemente una situación particular por medio de la cultura disponible y creada.
Método ambiental: El comportamiento humano se considera como la búsqueda de la forma más racional de interactuar con el entorno natural.
¿Quieres saber más sobre el comportamiento organizativo? Revisa nuestro MBA - Master en Dirección y Administración de Empresas
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Empresas
Empresas
Empresas
Comentarios