Las mercancías perecederas son cargas que deben ser tratadas de forma especial durante todo su proceso logístico, con la finalidad de garantizar la integridad física, biológica y/o química de los productos.
La naturaleza de estos productos exige un servicio logístico de alto control y, por tanto, soluciones concretas para manejar y tratar correctamente este tipo de cargas.
La carga perecedera es aquella mercancía cuya vida útil es corta y vulnerable ante ciertas condiciones ambientales. Es decir, son los productos que poseen un tiempo finito para ser consumidos de forma segura y que, pasado dicho tiempo, no deben ser ingeridos o utilizados con el propósito de evitar problemas de salud.
También, según la ATP, las cargas perecederas son las que deben transportarse bajo unidades especiales para impedir que los productos pierdan sus propiedades organolépticas (sabor, olor, color y textura).
El ATP es el “Acuerdo sobre transportes internacionales de mercancías perecederas y sobre vehículos especiales utilizados en esos transportes”. Es un convenio internacional firmado en Ginebra en el año 1970, tiene como objetivo trasladar cargas perecederas bajo vehículos apropiados y un ambiente óptimo y seguro para garantizar la integridad e higiene de los alimentos.
La mercancía perecedera no incluye únicamente a los alimentos, sino que contiene todos aquellos productos que tienen una duración de vida reducida y que además deben manejarse adecuadamente para asegurar su calidad e inocuidad.
Plantas: Flores y plantas frescas.
Productos médicos: Incluye vacunas, medicamentos y otros fármacos.
Carnes: Vaca, res, buey, cerdo, pollo, etc.
Alimentos procesados: Galletas, cereales, papas fritas, pan de caja y otros productos empaquetados.
Peces: Peces blancos, azules y semigrasos.
Moluscos: Crustáceos y moluscos. Frescos, congelados y conservados de algún otro modo.
Verduras: Papas, zanahorias, brócolis, alcachofas, etc.
Productos lácteos: Leche, queso, yogurt, mantequilla, etc.
Frutas: Manzanas, naranjas, melones, tomates, etc.
En dichos productos, se incluye toda mercancía fresca, envasada, congelada y conservada de algún otro modo.
Es la mercancía que se echa a perder o se deteriora relativamente rápido.
Algunos de los factores que afectan a la mercancía perecedera son: la humedad, temperatura, manejo incorrecto de carga y uso de transporte inadecuado.
La mayoría de las cargas perecederas son de la industria alimentaria.
Requieren de una logística especializada para garantizar su calidad e inocuidad.
El transporte de las cargas perecederas se clasifica en 3 tipos de acuerdo a su medio de traslado:
El transporte terrestre consta principalmente de 2 vías de transporte: Por carretera y ferrocarril.
Carretera: Son camiones que poseen sistemas de refrigeración para transportar mercancías perecederas. Mayormente verduras frescas y alimentos congelados.
Ferrocarril: Son ferrocarriles que disponen de vagones especiales para conservar cargas que necesiten bajas temperaturas. Al igual que los camiones, poseen un sistema de refrigeración para este cometido, además de tener un recubrimiento aislador.
El transporte aéreo consiste en la utilización de aeronaves para transportar mercancías perecederas. Es el medio de transporte más rápido, por lo que es la opción idónea para transportar cargas que requieran un tiempo de entrega corto.
En este medio, se utilizan frigoríficos o cámaras de congelación para almacenar productos perecederos durante su viaje.
El transporte marítimo trata sobre el traslado de mercancía perecederas a través del mar.
En este medio se utilizan buques con sistemas para mantener la carga fría y con una adecuada circulación de aire.
También, se usan contenedores previamente configurados con sistemas de enfriamiento para que las entidades logísticas sean las responsables en cargar y descargar dichos recipientes.
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