La carga general es un término utilizado en la logística para referirse a la mercancía que puede ser transportada individual o grupalmente, siempre que cuente con su respectivo embalaje de protección.
Se entiende por carga general a la mercancía que precisa de embalaje propio y es factible de transportarse de forma individual o en grupo (junto con otras unidades).
La carga general se diferencia principalmente de la carga a granel, la cual viene en presentación vertible, se transporta en grandes cantidades, y no requiere de ningún tipo de envoltorio protector. Ejemplos de carga a granel, son: arena, piedra triturada, maíz, sal y agua.
Juguetes en sus envoltorios originales.
Libros en cajas.
Electrodomésticos embalados.
Botellas de vino empaquetadas.
Dispositivos electrónicos.
Muebles de hogar.
Herramientas de carpintería.
Piezas de automóvil.
Productos no perecederos.
Las cargas generales se dividen en dos tipos: cargas sueltas y cargas unitarias.
Cargas sueltas: Son las cargas que van sueltas y, por tanto, son factibles de manipularse individualmente.
Cargas unitarias: Son las cargas que van agrupadas, creando una única unidad de carga. Esto hace que las mercancías se manipulen en grupo y no de manera individual como el caso de las cargas sueltas.
Requiere embalaje propio: En contraposición a la carga a granel, la carga general necesita ser embalada de forma individual para evitar daños durante el transporte.
Se transporta individualmente o grupalmente: La carga general puede manipularse y transportarse de forma suelta o grupal, dependiendo de su empaque o embalaje.
Se puede contar: A diferencia de las cargas a granel, las cargas generales pueden ser contadas.
Pocas unidades: La carga general no se suele transportar en grandes cantidades, sino en cantidades pequeñas o moderadas.
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