CIENCIAS
Traumatismos y tipología
Se considera traumatismo, en general, a cualquier agresión que sufre el organismo como consecuencia de la acción de agentes físicos o mecánicos.
Traumatismos articulares
Evidentemente, son los traumatismos que provocan lesiones en las articulaciones óseas o en los elementos que las componen:
Esguince
Separación momentánea de las superficies articulares, que producen la distensión de los ligamentos.
Se caracterizan por:
- Dolor intenso.
- Inflamación de la zona.
- Impotencia funcional más o menos manifiesta; imposibilidad de realizar movimientos habituales de esa articulación.
Primeros auxilios en caso de esguince:
- Inmovilizar la articulación afectada mediante un vendaje compresivo.
- Elevar el miembro afectado y mantenerlo en reposo.
- Aplicar frío local.
- Valoración de la lesión por personal facultativo.
Luxación
Separación permanente de las superficies articulares.
Sus síntomas son:
- Dolor muy agudo.
- Deformidad (comparar con el miembro sano), debida a la pérdida de las relaciones normales de la articulación.
- Impotencia funcional muy manifiesta.
Primeros auxilios en caso de luxaciones:
- Inmovilizar la articulación afectada tal y como se encuentre.
- No reducir la luxación.
- Traslado a un centro sanitario para su reducción y tratamiento definitivo por personal facultativo.
Traumatismos óseos o fractura
Una fractura es pérdida de continuidad en el hueso.
Es importante tener en cuenta algunos factores:
- Según su gravedad:
- Cerradas: la piel permanece intacta (no hay herida).
- Abiertas: originan rotura de la piel (hay herida próxima al foco de la fractura).
- De cara a su posterior inmovilización:
- Alineadas: los fragmentos óseos no se han movido.
- Desplazadas: los fragmentos óseos se desvían por las tensiones musculares.
- Síntomas de las fracturas:
- Dolor que aumenta con la movilización de la zona.
- Deformidad, desdibujo (según el grado de desviación de los fragmentos), acortamiento, etc.
- Inflamación y amoratamiento.
- Impotencia funcional
- Complicaciones:
- Posibilidad de lesión en las partes blandas adyacentes: vasos sanguíneos, nervios, etc.
- Hemorragia y shock hipovolémico: por la lesión de los vasos.
- Infección: en las fracturas abiertas, por la herida.
Las personas mayores suelen caer al suelo sin causa aparente. Siempre debe sospecharse que la posible existencia de una fractura de pelvis (cadera) o del fémur puede ser la causa de la caída. Por lo tanto, antes de incorporarla inmediatamente, debemos asegurarnos de la existencia de dicha lesión.
A veces, sus síntomas son difusos, pudiendo aparecer dolor en la rodilla, en la ingle o, simplemente, no hay dolor inicial. La fractura se detecta mediante dolor en la palpación profunda del glúteo.
Primeros auxilios en caso de fracturas:
- No movilizar al accidentado, si no es absolutamente necesario, para evitar agravar la fractura.
- Retirar anillos, pulseras y relojes (en caso de afectar la extremidad superior).
- Explorar la movilidad, sensibilidad y pulso dístales.
- Inmovilizar el foco de la fractura, incluyendo las articulaciones adyacentes, con férulas (tablillas) rígidas, evitando siempre los movimientos bruscos de la zona afectada o moviéndola, de ser necesario, en bloque y bajo tracción.
- Cubrir la herida con apósitos estériles en el caso de las fracturas abiertas, antes de proceder a su inmovilización y cohibir la hemorragia (en su caso).
- Trasladar a un centro sanitario para su tratamiento definitivo, con las extremidades elevadas (si han sido afectadas), una vez inmovilizadas.
Principales inmovilizaciones:
- En la extremidad superior:
- En cabestrillo: con pañuelos triangulares o la ropa de la propia víctima.
- Con soportes rígidos.
- Con ambos sistemas.
- En la tibia y peroné:
- Con férulas rígidas a ambos lados y acolchado de los laterales.
- Con la otra pierna y acolchado intermedio.
- De rótula: con una férula rígida situada en la parte posterior y acolchado.
- De fémur: con férulas rígidas a ambos lados y acolchado de los laterales. La férula externa ha de llegar más arriba de la cintura tal que permita atarla en la pelvis y en el abdomen.
Traumatismo de cráneo y cara
Son especialmente importantes, ya que, dependiendo de su intensidad, pueden afectar al sistema nervioso central localizado en la cavidad craneal.
Sus síntomas son:
- Alteración del estado de conciencia: AVDN.
- Salida de sangre o líquido transparente (cefalorraquídeo) por los orificios naturales (oídos, nariz).
- Aparición de hematomas periorbitarios o en apófisis mastoides.
- Alteraciones en el tamaño y simetría de las pupilas.
- Presencia de vómitos.
- Dolores de cabeza.
Primeros auxilios recomendados:
- Manipular con sumo cuidado a la víctima, manteniendo en bloque el eje cabezacuello-tronco.
- Mantener la permeabilidad de la vía aérea, con control de la columna cervical.
- Vigilar las constantes vitales con frecuencia.
- Trasladar urgentemente a un centro sanitario, en posición lateral de seguridad, si la víctima está inconsciente (esta maniobra requiere mucha destreza y hay que realizarla entre varias personas).
Traumatismos de la columna vertebral
Son lesiones traumáticas que afectan a uno o varios de los huesos o articulaciones que componen la columna vertebral, implicando a la médula espinal.
Los mecanismos de producción más frecuentes son:
- Caídas sobre los pies desde gran altura.
- Caídas sobre los glúteos o sentado.
- Golpes directos sobre la columna vertebral.
- Movimientos violentos del cuello (latigazo).
Su importancia radica en que pueden originar la compresión (parcial o total) de la médula espinal.
Los síntomas son:
- De la fractura:
- Dolor de nuca, hombros, espalda (según localización de la lesión).
- Deformidad (difícil de apreciar).
- Contractura muscular.
- De la lesión medular:
- Imposibilidad de mover uno o varios miembros (explorar).
- Falta (parcial o total) de sensibilidad en uno o varios miembros (explorar).
- Hormigueos o picores en los dedos (manos y/o pies).
- Incontinencia de esfínteres (heces, orina).
- Falta de reflejos. Priapismo (erección continua y dolorosa del miembro viril) en el hombre.
Primeros auxilios en este caso:
- No mover al paciente; en caso de ser necesario, mantener en bloque el eje cabezacuello-tronco (esta maniobra requiere muchísima experiencia y debe realizarse entre varias personas).
- Inmovilizar al paciente antes de proceder a su traslado.
- Trasladar sobre una superficie rígida y plana.
- Vigilar las constantes vitales periódicamente.
El politraumatizado
Se trata de un paciente que, a consecuencia de un traumatismo, presenta lesiones en más de un órgano, aparato o sistema, que le pueden suponer un riesgo vital. Las lesiones más frecuentes suelen afectar al cráneo, columna vertebral, tórax, abdomen y extremidades, predominando las fracturas, hemorragias, heridas y quemaduras.
Es necesario efectuar de una manera rigurosa la evaluación inicial de la víctima (exploración primaria y secundaria) con el objeto de:
- Determinar el alcance de las lesiones.
- Establecer las prioridades de actuación.
- Adoptar las medidas necesarias en cada caso.
- Asegurar el traslado de las víctimas a un centro sanitario, en condiciones adecuadas (superficie rígida y plana).
La prioridad en la actuación es asegurar la existencia y el mantenimiento de las constantes vitales:
- Conciencia.
- Respiración.
- Circulación:
- Si fuese necesario, realizar RCP.
- Controlar la hemorragia aguda y el shock.
- Mantener en bloque el eje cabeza-cuello-tronco.
- Estabilizar fracturas.
- Tratar heridas y quemaduras.
- Preparar traslado. Evitar pérdidas de calor.
- Reevaluar periódicamente.
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