Los efectos del trauma infantil a menudo continúan en la edad adulta e incluso pueden transmitirse a la siguiente generación. Las experiencias infantiles de intimidación, abuso, duelo o negligencia por parte de los padres aumentan el riesgo de desarrollar adicciones, trastornos depresivos y otros problemas de salud mental. Hablemos de cómo puedes lidiar con eso.
Los psicoterapeutas suelen decir que para curar el trauma es importante que el paciente establezca contacto con su "niño interior herido". Por este niño se refieren a todo el bagaje psicológico y emocional dejado desde la niñez y que continúa creando problemas en la edad adulta.
La aplicación de esta técnica se ve así: el terapeuta coloca una silla vacía frente a ti y te invita a imaginar que una persona importante para ti está sentada en ella, por ejemplo, uno de tus padres.
Te "comunicas" con un interlocutor imaginario, hablas de tus pensamientos y sentimientos, o le explicas lo que querías, pero no podías obtener de él cuando eras niño. El terapeuta puede sugerirle que "invierta los papeles" y que usted mismo tome el lugar de un interlocutor imaginario.
Este trabajo es especialmente útil cuando las personas que han significado mucho para usted en el pasado no pueden o no quieren participar en la terapia. Te ayuda a reconectarte con tus sentimientos sobre el pasado y con partes de ti mismo que has tratado de ocultar o suprimir a través de la adicción u otro comportamiento destructivo.
Este método es adecuado para pacientes que experimentan dificultades en la sociedad, así como para aquellos que no pueden hacer frente a las consecuencias del trauma psicológico infantil.
Los niños que crecen en un entorno hostil o insalubre a menudo desarrollan patrones de afrontamiento, recuerdos, emociones, ideas sobre sí mismos y sobre los demás que están plagados de problemas y conducen a reacciones y comportamientos inapropiados en la edad adulta.
Durante el tratamiento, el terapeuta utiliza técnicas de "reeducación" para ayudar al niño interior vulnerable del paciente a aprender a satisfacer sus necesidades emocionales básicas de manera saludable.
La terapia esquemática le enseña al paciente cómo mirarse a sí mismo y a los demás de manera diferente y lo ayuda a superar el deseo de evitar situaciones desagradables y deshacerse de otras reacciones inapropiadas.
La desensibilización y procesamiento del movimiento ocular (EMDR) es una técnica basada en el procesamiento de información por parte del cerebro. Puede ayudar a aliviar experiencias desagradables asociadas con eventos pasados traumáticos, como pensamientos obsesivos, recuerdos dolorosos repentinos, ansiedad, miedo y ataques de pánico.
A medida que avanza el trabajo, los ojos del paciente siguen objetos en movimiento (como los dedos del terapeuta) mientras trata de concentrarse en imágenes, pensamientos y sentimientos internos negativos asociados con el trauma.
Esta técnica involucra simultáneamente ambos hemisferios del cerebro, lo que permite al cliente deshacerse de la reacción habitual a la lesión. Los movimientos oculares rápidos y el enfoque en los estímulos externos lo ayudan a recordar, procesar y descargar recuerdos dolorosos que crean o exacerban sus problemas.
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