El acto de otorgar o pedir un préstamo tiene un precio, el cual es conocido como tasa de interés. Este “alquiler de dinero” es emitido por un prestamista (quien indica la tarifa por facilitar el dinero) y recibido por un prestatario (quien debe devolver el dinero recibido en un lapso de tiempo determinado, junto con los intereses sobre ese monto).
La tasa de interés (también llamado tipo de interés), es el precio que una persona o institución debe pagar por solicitar un préstamo. Es decir, es el costo que se tiene asignado por prestar o pedir prestado una determinada suma de dinero por un tiempo estipulado. Por lo general, la tasa de interés se expresa como un porcentaje anual.
Si se realiza un préstamo de $1000 con una tasa de interés anual del 10%, al cabo de un año, el dinero que se espera recibir es de $1100. Esto es, el dinero prestado ($1000) más el 10% sobre ese monto inicial ($100).
Por tanto, el dinero extra recibido es el costo fijado por solicitar un préstamo, y es lo que se conoce como intereses.
Este tipo de préstamos suele hacerse también a las entidades bancarias, en palabras más simples, de persona a banco. Suele darse cuando, por ejemplo, se deposita dinero en un banco. Este dinero no únicamente se queda guardado en el banco, sino que la entidad puede utilizarlo para realizar diferentes operaciones financieras, como otorgar otros préstamos o realizar inversiones.
Como recompensa, el banco les paga a los depositantes una tasa de interés de acuerdo al monto retenido en sus cuentas bancarias.
Tasa de interés fija: Es aquel cuyo valor establecido (tasa de interés) no varía durante el tiempo que dure el préstamo. Es decir, este porcentaje, que es acordado en el inicio de la operación, se mantiene invariable.
Tasa de interés variable: Es la que está sujeta a cambios. Esto, debido a que se calcula sobre una tasa de referencia que varía periódicamente.
Tasa de interés real: Se trata de la rentabilidad que se obtiene tras restar el efecto de la inflación.
Tasa de interés nominal: Se caracteriza por no descontar el factor de la inflación. Es la contraparte del interés real, en el que sí se resta la inflación.
Calcular la tasa de interés es muy sencillo, para ello, podemos seguir las siguientes fórmulas:
I = Vf - C
i = I/(C*t)
Significado:
Supongamos que prestamos $10.000 a una persona, el cual nos debe devolver $10.500 al cabo de 1 año. Calculemos con estos datos los intereses y la tasa de interés.
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