La modalidad de swap más común es el swap de tipo de interés “plain vanilla”, es decir, swap de tipos de interés sin añadirle ninguna condición adicional. Un Swap de Tipos de Interés (IRS) es un contrato mediante el cual dos partes acuerdan intercambiar en el futuro una serie de flujos de interés referenciado a un tipo Variable por otros referenciado a un tipo Fijo, o viceversa. Su objetivo es el de optimizar el coste en términos de tipos de interés.
Los intereses se calculan sobre un nominal teórico y por lo tanto no se requiere movimiento de principales. Se debe operar en la misma divisa. Los intereses se liquidan por diferencias al final de cada período (generalmente, coincidente con la liquidación del activo o pasivo subyacente), lo que implica sólo un apunte contable, contabilizándose la operación fuera de balance.
La cotización de la operación no tiene comisiones adicionales.
Los plazos más usuales para un IRS son 6 meses, 1 año, 3 años y 5 años
El IRS siempre y cuando la confirmación lo permite, pueden ser cancelados a niveles de mercado y con anterioridad de vencimiento para adecuarse a los posibles cambios en la estrategia de cobertura del Cliente.
El inconveniente de este tipo de productos es que obligan al contratante a tener plazos más largos, a asumir un determinado tipo de interés que en determinados momentos pueden no ser el más adecuado, pero el contratante de un Swap no busca la maximización de coste o ingresos, si no la cobertura de sus posiciones.
El Cliente A toma un préstamo en el mercado bancario Euribor + Diferencial (spread), este cliente quiere cubrirse ante subidas de los tipos de interés acude a una entidad financiera. La entidad financiera le ofrece contratar un IRS, por el cual el cliente pagará un tipo fijo y a cambio recibe el Euribor que está pagando en su préstamo.
De esta manera, está convirtiendo su préstamo a tipo variable en un préstamo a tipo fijo, ya que el Euribor que tiene que pagar en el préstamo lo recibe de la entidad financiera, por lo tanto, se anulan los flujos, quedan el Cliente pagando a la entidad financiera el tipo fijo y por otro lado, la diferencia del préstamo, ya que este no se puede cubrir.
El tipo fijo se establece en el momento de contratar el swap y se mantiene durante toda la vida del mismo. El tipo variable se establece al inicio de cada período de interés. La liquidación del swap se produce, salvo que se establezca específicamente otra modalidad, al final de cada uno de los períodos de interés mediante el pago de la diferencia neta de los tipos fijo y variable aplicada al importe nocional y durante los días de que se componga el período de interés correspondiente.
Si el tipo variable resulta superior al tipo fijo, el pagador de variable abonará el resultado derivado de la fórmula anterior al pagador de fijo. Si el tipo variable resulta inferior al fijo, el pagador de fijo abonará el resultado al pagador de variable.
Los IRS son instrumentos dotados de gran flexibilidad ya que la entidad financiera puede diseñar a medida swaps que cubran con exactitud los activos o pasivos financieros del Cliente, reduciendo o bien eliminando su riesgo de tipos de interés, ya que son productos negociados en el mercado OTC.
Los IRS en Euros se cotizan normalmente como un tipo anual efectivo y el cálculo de intereses se hace por días naturales transcurridos en un año de 360 días. Los períodos de liquidación de intereses (trimestral, semestral, etc.) se pueden acomodar a los requerimientos del Cliente.
El IRS tiene múltiples usos. El más destacado, es su utilización como un instrumento de cobertura contra el riesgo de tipos de interés. La protección que suministran es más barata que la cobertura con futuros y se puede extender sobre un plazo mayor.
En un entorno de tipos de interés en ascenso, una empresa cuyo pasivo está referenciado a tipo variable puede fijar sus costes financieros mediante un swap de tipos de interés, intercambiando su tipo variable por un tipo fijo.
Asimismo, en un escenario de tipos de interés a la baja, una empresa excedentaria de fondos puede asegurar sus rentabilidades con este instrumento.
Estos objetivos se pueden alcanzar mediante una operación sencilla, sin coste para ambas partes, y de gran flexibilidad, que permite adaptar la estructura de la operación de cobertura al pasivo o activo que se desea cubrir.
Otra ventaja de los swaps consiste en que un tomador de fondos no tiene por qué contratar el swap con el prestamista, sino que puede elegir la entidad financiera que le dé la mejor financiación y otra entidad financiera que le ofrezca la mejor estructura de cobertura.
Además, con los swaps existe posibilidad de reversión, es decir, se pueden eliminar sus efectos haciendo otro swap en sentido contrario, dando lugar a una cancelación anticipada.
En situaciones donde los movimientos de los tipos de interés son desfavorables, puede resultar excesivamente costoso deshacer la posición. Aunque no hay que olvidar que generalmente estas operaciones su función es de cobertura no de maximizar costes o ingresos.
También existen Cross Currency Swap y Equity Swap.
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Finanzas
Finanzas
Finanzas
Comentarios