Dentro la clasificación de los salarios, el salario por unidad de obra es una de las modalidades más típicas (y preferidas) de sueldo.
El salario por unidad de obra o salario a destajo es el dinero que se paga por trabajo realizado. Es decir, es la remuneración otorgada al finalizar un trabajo.
Por su naturaleza, no contempla el tiempo que le toma a una persona terminar una labor, sino su culminación.
También, es el pago que se realiza conforme a las actividades que vaya culminando el trabajador o según el avance que vaya teniendo. Lo que quiere decir, que es posible remunerar al empleado por la realización de pequeñas tareas dentro de un gran proyecto.
Es, por tanto, contrario al salario por unidad de tiempo, que se paga por el tiempo dedicado a una actividad.
Si un pintor profesional es contratado para pintar las superficies interiores y exteriores de un hogar, y plantea una modalidad de trabajo por unidad de obra, cuyo precio por realizar dicho trabajo es de 1800$, entonces el dinero total a pagar será de esa cantidad sin importar el tiempo que le tome culminar el trabajo.
Es la metodología que paga por trabajo culminado.
No atiende el tiempo que se le dedica a una actividad.
Es una de las variantes de salario más comunes.
No solo toma en cuenta su culminación, sino también la calidad del resultado.
Si el trabajador es habilidoso y experimentado, puede terminar una obra a un buen precio empleando el menor tiempo posible.
La mayoría de los clientes prefieren esta modalidad de pago, ya que saben con antelación el precio a pagar. Además, se evitan la preocupación de lidiar con la productividad de las personas que contratan.
Esta metodología de pago es mejor en tareas que duren muy poco tiempo en resolverlas. Por ejemplo, en trabajos que tomen menos de 1 hora. La razón es que si una labor dura, digamos, 15 minutos, se cobra (y se valora) más por la experiencia y habilidad del trabajador, que por el tiempo dedicado en sí.
Al ser una tarifa de precio fija, esta modalidad encaja mejor con aquellos clientes con presupuestos ajustados, ya que, además de saber con exactitud el precio a pagar, se evitan tener que lidiar con la posibilidad de pagar horas extras.
Promueve la productividad del empleado, ya que su trabajo será remunerado al finalizar la obra.
Al no contemplar la duración, si una actividad se alarga más de lo normal por diversas causas, el pago podría ser siempre el mismo.
No encaja en perfiles que tardan más en completar un trabajo.
Si no se calcula correctamente la duración que llevaría culminar un determinado trabajo, las ganancias finales podrían verse afectadas.
Los trabajadores bajo esta modalidad no aseguran su cobro, ya que su pago está sujeto a si terminan o no la labor por la cual fueron contratados.
No es una metodología adecuada en aquellos trabajos donde el tiempo sea más determinante que el esfuerzo para que puedan ser completados.
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