Hoy en día, los recursos humanos son uno de los principales activos de la empresa. Y para administrar una empresa de manera efectiva, es importante no solo planificar actividades, comprar buenos equipos y automatizar los procesos comerciales y la producción, sino también administrar estos recursos de manera competente. En el artículo contamos por qué y, lo más importante, cómo se puede hacer esto en beneficio de las empresas.
Los conceptos de "capital humano" y "recursos humanos" están interrelacionados.
Existe otra definición, según la cual los recursos humanos son la población sin discapacidad, la base del potencial humano, caracterizado por el nivel de desarrollo de las capacidades físicas y espirituales.
No es ningún secreto que cualquier empresa tiene diferentes tipos de recursos a través de los cuales puede obtener ganancias. Pero son los recursos humanos los que se diferencian significativamente de los demás, a continuación, te explicamos por qué.
Según la naturaleza de las funciones laborales, se distinguen dos grandes grupos de asalariados.
Estas son personas que se dedican principalmente al trabajo físico y crean un producto o brindan un servicio. Al mismo tiempo, pueden: participar directamente en el proceso de producción (trabajadores principales) o realizar funciones auxiliares (reparar equipos, trabajar en un almacén, transportar mercancías).
Este grupo también incluye al personal de servicio, por ejemplo, limpiadores, encargados de guardarropa, etc.
En consecuencia, estas son personas dedicadas al trabajo mental. Ellos administran la organización (gerentes) o realizan funciones específicas (contadores, abogados, etc.).
Con base en los principios del concepto descrito anteriormente , los modelos de gestión de recursos humanos comenzaron a aparecer en la gestión.
Este modelo implica la creación de grupos de trabajo, cada uno de los cuales realizará sus tareas por etapas. El objetivo es lograr los resultados deseados, y todos los empleados lo mantienen enfocado. Para esto:
La esencia de este modelo es utilizar los recursos internos de los empleados para lograr los objetivos de la empresa. Es decir, es importante conocer las necesidades y deseos de tus empleados y poder conectarlos con las necesidades de la organización. Cuando sus objetivos se vuelvan comunes, serán más fáciles de lograr.
El modelo implica que los especialistas pueden tomar sus propias decisiones, pero sin ir más allá de los límites acordados. Gracias a ello, al utilizarlo se agradece la independencia e iniciativa de los empleados, y se mantiene el control.
Otro modelo que implica la divulgación del potencial creativo de los empleados, el desarrollo de su independencia. Implica la implicación de los empleados en la gestión de la empresa:
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