“La contabilidad de costes es una disciplina de corta historia, con dos siglos de evolución que la han ido transformando y han permitido consolidar un cuerpo doctrinal importante.”
Recomendación leer:
Los modelos de asignación de costes son las formas alternativas de obtener información válida para la toma de decisiones, cuyos objetivos mínimos de carácter general pueden resumirse en:
Las empresas pueden aplicar diversos métodos para realizar este reparto. El sistema de costes que elijan depende, entre otras variables, de las características propias de cada empresa, del tipo de información disponible y del coste del que se esté dispuesto a soportar con el sistema elegido.
Con carácter general se pueden llegar a identificar tres parámetros esenciales al proceder a la selección de un sistema de costes como son:
Teniendo en cuenta estos tres parámetros nos encontraríamos con los siguientes sistemas de costes:
Un sistema de costes es un conjunto de reglas y procedimientos de cálculo que hace posible la acumulación de datos contables sobre los objetivos de coste, para suministrar información relevante encaminada a tomar decisiones, por parte de la dirección de la empresa, así como proceder a la valoración de la producción
Como ya se ha indicado anteriormente que la contabilidad de coste trata de distribuir los costes incurridos por la empresa entre los diversos productos y/o servicios que fabrica y/o comercializa. Para ello, las empresas pueden aplicar diversos métodos para realizar este reparto. Según repartan entre los productos la totalidad de los costes o sólo una parte, distinguiremos entre:
a. Métodos de costes parciales (direct costing)
Estos métodos sólo distribuyen determinadas categorías de costes.
El resto de costes no distribuidos se consideran gastos del ejercicio y se llevan directamente a la cuenta de resultado.
Dentro de esta categoría se pueden distinguir los siguientes métodos:
Un sistema de costes es un conjunto de reglas y procedimientos de cálculo que hace posible la acumulación de datos contables sobre los objetivos de coste, para suministrar información relevante encaminada a tomar decisiones, por parte de la dirección de la empresa, así como proceder a la valoración de la producción
La ventaja de los métodos parciales es su sencillez (y por ello, son métodos más baratos de implantar y de gestionar), sin embargo, la información que facilitan es de menor calidad la que ofrecen los métodos de costes completos.
Los métodos de costes parciales son adecuados para aquellas empresas en las que los costes imputados (ya sean directos o variables) representan la parte principal de los gastos, de manera que lo que queda sin imputar no es demasiado significativo.
Por ejemplo, este método puede ser válido para una empresa comercializadora, con poco inmovilizado, y con vendedores a comisión (costes variables). En cambio, no valdría para una industria petroquímica con fuertes inversiones en inmovilizado y con costes fijos muy elevados (la información que se perdería en este caso sería demasiado importante).
b. Métodos de costes totales (full costing)
Estos métodos distribuyen entre los productos la totalidad de los costes de la empresa.
Son métodos más sofisticados y caros de implantar y de gestionar, pero que ofrecen una información más precisa.
Dentro de estos métodos, podemos distinguir tres variantes:
Según el método de costes utilizado, los costes imputados a los productos son diferentes:
En los métodos de costes parciales los costes asignados a los productos son menores que en los métodos de costes totales.
Se ha señalado que en los métodos de costes parciales aquellos gastos no asignados a los productos se llevan directamente a la cuenta de resultados del ejercicio.
Este tratamiento diferente de los costes repercute necesariamente en la cuenta de resultados (coste de las ventas) y en la valoración de las existencias. Lo mejor para ver esto es a través de un ejemplo.
Supongamos una empresa que fabrica paraguas. Los datos del ejercicio son los siguientes:
Vamos a calcular el coste asignado a cada paraguas según se emplee el método de costes variables o el método de costes completos:
Veamos la cuenta de resultados según estos dos métodos
En el método de costes variables aquellos costes no asignados se llevan en su totalidad a la cuenta de resultados del ejercicio.
Veamos ahora la valoración de las existencias en almacén:
En este ejemplo, la aplicación de un método de costes variables conlleva un menor beneficio y una menor valoración de las existencias en almacén (no siempre ocurre así; esto va a depender de si se venden más o menos unidades que las fabricadas en el ejercicio).
Lo que se desea resaltar aquí es que, dependiendo del método de costes utilizado, los resultados del ejercicio y la valoración de las existencias variarán.
Continuación...
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