Los medios, indiferentemente de su naturaleza audiovisual o escrita, pagan a estas agencias en función de los servicios prestados. En el argot periodístico, a los medios suscritos a las agencias de noticias se les conoce como abonados.
De no ser así, cada medio necesitaría contar con una infraestructura inviable por costes y logística.
El Diccionario general del periodismo de José Martínez de Sousa relata que, a principios del siglo XIX, fecha de origen de las agencias de noticias, “la rivalidad por la conquista de la noticia, la más rápida, mejor y más completa, determina una concurrencia desastrosa para las posibilidades económicas de los periódicos. De una parte, las tarifas elevadas de los servicios telegráficos y, de otra, el deseo siempre creciente del público de estar bien informado, hizo pensar en la necesidad de las agencias, razón de ser de su existencia”.
Así pues, las agencias de información actúan de intermediarios entre los acontecimientos y los medios de comunicación, por eso las agencias son consideradas empresas extractivas cuya misión es la de recolectar noticias para distribuirlas en función de zonas geográficas.
Son aquellas que recogen noticias del panorama nacional. Y distribuyen sus informaciones en los países donde tienen ubicada una sede. La realidad de estas agencias nacionales hoy en día es que han ampliado sus límites de recolección de noticias, y no sólo se nutren del panorama nacional, sino que también seleccionan informaciones o noticias extranjeras de una o más agencias mundiales en función de las necesidades de los medios a los que dan cobertura. La tendencia actual de las agencias nacionales es que firman convenios con las grandes agencias internacionales, como por ejemplo Reuters para nutrir sus servicios.
De la misma forma, las agencias de mayor envergadura cuentan con corresponsales y colaboradores “freelance” en el extranjero para recoger información de países ajenos al lugar de la sede.
La globalización y la penetración en mercados extranjeros será la que marque si nos encontramos o no ante una agencia internacional. Hoy, la más conocida para nosotros, es la agencia EFE. Una agencia internacional de noticias en español.
Como definición las agencias internacionales son en principio, agencias nacionales que poseen una red de corresponsales relativamente desarrollada en el extranjero y que además cuentan con clientes fuera de su país.
Son agencias de noticias que ofrecen todavía más cobertura que las internacionales. Tienen una extensa red de corresponsales en todo el mundo y ofrecen la difusión de sus servicios cubriendo la mayor parte del planeta.
Según esta consideración, no existe, ninguna agencia mundial de noticias española, sin embargo, si hay agencias mundiales operando en España.
Las agencias regionales de noticias en cuanto a definición son quizá las más ambiguas. Son aquéllas que se caracterizan por cubrir una región geográfica específica. En España las agencias regionales son aquellas ubicadas en las distintas regiones dentro de un país. Poseen entonces características sociales, culturales y hasta idiomáticas diferenciadas y cuya actividad se centra en dar cobertura y servicio sobre los acontecimientos que se producen en esa región, siendo fuente de información primaria para los medios de ámbito nacional.
El tipo de propiedad es determinante para el desarrollo, estabilidad y futuro de las agencias de noticias. Las de propiedad privada son empresas cooperativas y comerciales con ánimo de lucro.
Sin embargo, las agencias de prensa como tal, son de carácter público y tienen como única fuente de ingresos, la contratación o abono a sus servicios ya que, excepto en los websites de algunas de ellas, no tienen cabida para la publicidad.
“No podemos quedarnos con la premisa: si no comunicas, no existes. Ahora para existir tienes que saber comunicar.”
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