Políticas de gestión de stock

Las existencias en la empresa industrial se almacenan (materias primas y otros materiales) hasta que se incorporan al proceso productivo o se venden.

Mientras que el stock en la distribución o empresa comercial se compone de mercancías, productos o artículos que se adquieren para su posterior distribución; se almacenan para no tener que esperar la fabricación o entrega del proveedor y, a la vez, permiten hacer frente a los posibles incrementos de demanda.

Analizando estos conceptos podemos definir:

1. Stock económico o administrativo como el conjunto de productos, mercancías o materiales que son propiedad de la empresa y pueden estar en puntos fijos (almacenes), en tránsito o camino desde el proveedor, en proceso de elaboración otra formación, en exposición para la venta, o destinados al propio consumo.

2. Stock físico son productos, que además de ser propiedad de la empresa, están almacenados y es necesario para ellos todo el proceso logístico.

El surtido es el catálogo de productos que pone la empresa ofrece a sus clientes, mientras que el stock es la cantidad de dichos productos almacenada en el almacén, es decir, el número de artículos disponibles para la venta.

Actualmente existen dos sectores:

1. Está representado por las empresas que compiten por la especialización, para poder ser las mejores con pocas líneas de productos que comercializan en profundidad.

2. Las empresas del sector contrario almacenan toda clase de productos para no tener que depender de un grupo reducido de artículos.

El aprovisionamiento es el conjunto de acciones que realiza la empresa para abastecerse de los productos necesarios, para llevar a término las actividades de fabricación y/o comercialización.

En el aprovisionamiento se comprenden:

• La planificación y gestión de las compras

• El almacenaje de los productos necesarios para el funcionamiento normal

• La aplicación de técnicas que permitan mantener unos stocks mínimos o de seguridad para cada material

La función principal del aprovisionamiento es contribuir a los objetivos comunes de la empresa a través de una buena gestión del stock en las mejores condiciones de abastecimiento y calidad, al menor coste posible.

La planificación del aprovisionamiento se hace teniendo en cuenta las funciones del stock, que son:

1. Permitir regular los ritmos de producción y ventas.

2. Obtener precios ventajosos de compra cuando se adquieren grandes cantidades.

3. Permitir a través del control de las existencias, las variaciones de la demanda y los posibles retrasos en la entrega del proveedor.

Una buena gestión del stock hará posible que la empresa con un menor coste posible disponga de los productos, las cantidades y en el momento oportuno los productos a disposición de los clientes.

Los objetivos que persigue la empresa con una buena planificación del aprovisionamiento son:

1. Establecer un inventario suficiente

2. Minimizar la inversión en stocks

3. Establecer un sistema de información eficiente entre las secciones implicadas y proporcionar al departamento de contabilidad informes sobre los inventarios y el valor en existencias

4. Íntima comunicación con el departamento de compras

Los tipos de stock según su relación con la producción y ventas y la finalidad que persigue la empresa, se diferencian los siguientes tipos:

1. Stock activo

2. Stock de seguridad

3. Stock óptimo

4. Stock cero

5. Stock de temporada

6. Stocks de especulación

7. Stocks en tránsito

8. Stock de recuperación

9. Stock muerto

La gestión de stocks

La gestión de stocks tiene como objetivo que el aprovisionamiento se lleve a cabo al menor coste de posible, es decir, realizar los estudios necesarios y resolver preguntas.

Aplicando una buena gestión de stock, la empresa podrá disponer de los productos necesarios en las cantidades necesarias y cuando les sean útiles.

La gestión del stock se debe orientar para conseguir:

1. Establecer un inventario suficiente, para que la producción no carezca de materias primas y demás suministros.

2. Minimizar la inversión en stocks, para reducir al máximo los costes de almacenamiento por pérdidas o daños que pueda sufrir el producto.

3. Conocer el volumen óptimo de pedido.

4. Conocer cuando optar por realizar el pedido o no, en función de establecer un equilibrio entre un nivel de existencias mínimo y las necesidades de la empresa.

Cuando se pretende llevar a cabo una correcta gestión del stock, antes de tomar decisiones debemos tener en cuenta las variables que pueden afectar sobre las medidas tomadas por la empresa.

Estas variables son:

1. El nivel de servicio ofertado.

2. La previsión de ventas.

3. Los costes de gestión.

4. El plazo de entrega de proveedores.

Nivel de tamaño del stock

El nivel de stock debe de tener en cuenta de manera determinante dos factores, el equilibrio con el ritmo de producción y las ventas de cada producto.

Para evitar estas situaciones de stock elevado o insuficiente, se debe de intentar:

1. Los productos almacenados, deben de equivaler a dos periodos de ventas o periodos de producción.

2. Ser capaces de entregar la mercancía en plazos de entrega establecidos.

3. Que los niveles de stock almacenados, sean capaces de satisfacer la demanda y a su vez, tener margen de maniobra ante posibles variaciones, tanto en los plazos de entrega, como en los volúmenes demandados.

El stock total, es el nivel máximo de existencias máximas de un artículo y, está formado por:

1. Stock activo

2. Stock de exposición

3. Stock de seguridad

La representación del stock se basa en las existencias de un almacén, que oscilan entre un nivel máximo y un nivel mínimo. El ciclo del stock, cuando el consumo y el aprovisionamiento se mantienen constantes, se refleja como los dientes de una sierra y los niveles máximo y mínimo siempre alcanzan el mismo valor.

La rotación del stock es el número de veces que durante un período de tiempo (año, trimestre, mes, etc.) se renuevan las existencias y recuperamos la inversión del capital invertido. Hasta que la empresa, no ha cobrado por la venta de las materias que salen del almacén, no recupera la inversión realizada, más el beneficio planificado por la empresa.