Para que una organización pueda retribuir de manera correcta a sus empleados por el trabajo realizado, debe existir una política de compensación. Esta política comprende todas las metodologías para asignar las diferentes recompensas que una empresa ofrece a lo largo del tiempo.
La política salarial se define como los principios y metodologías para retribuir de forma equitativa y justa el dinero presupuestado destinado al personal de una empresa. La valoración que se realiza para recompensar a una persona depende de sus méritos y eficacia en el trabajo.
No obstante, esta retribución puede variar dependiendo de los siguientes factores:
Educación: Consta de la instrucción formal que ha obtenido hasta ese momento. Si un trabajador posee una educación de alto interés para la empresa, este puede ser asignado a un puesto de trabajo importante y, por ende, recibir retribuciones más interesantes.
Habilidades laborales: Es el conjunto de destrezas que posee un trabajador para llevar a cabo una serie de actividades. Si se posee una habilidad que es escasa en el mundo laboral, se puede aspirar a puestos de trabajos mejor recompensados.
Experiencia: Son los conocimientos y habilidades que un individuo adquiere durante un periodo de tiempo determinado ejerciendo una actividad. La experiencia es altamente valorada en las empresas, y puede ser un elemento determinante para optar a retribuciones mayores.
Puesto de trabajo: Son las actividades y responsabilidades que un individuo tiene dentro de una organización. Dependiendo del grado de importancia de un puesto de trabajo, la retribución puede ser mayor o menor.
Recompensa de forma justa a los empleados según su rendimiento en la empresa.
Los trabajadores, al contemplar que pueden ser retribuidos por su nivel laboral, sus incentivos para esforzarse más aumentan.
Debido a que existen sistemas de política salarial, los empleados confían más en la organización.
Promueve la consecución de los objetivos planteados por la empresa.
Fomenta un ambiente laboral sano, colaborativo y fluido.
La política salarial dentro de una empresa no es estática, sino dinámica.
Una política salarial permite gestionar de mejor manera las finanzas de una empresa.
El departamento responsable de la política salarial en una organización, es el departamento de recursos humanos.
En algunos casos, algunas especificaciones de política de compensación pueden ser formuladas por un acuerdo entre el empleador y el trabajador.
Existen 2 tipos generales de política salarial. Cada tipo comprende una serie de beneficios que se detallan de la siguiente manera:
Salario: Es el dinero que recibe periódicamente un empleado por el trabajo que realiza
Utilidades: Es la retribución monetaria que una empresa concede anualmente a sus trabajadores a modo de compensación por contribuir con los ingresos generados que tuvo dicha organización.
Bonos: Es un dinero que complementa el salario de los trabajadores a modo de incentivo y recompensa.
Porcentaje de ganancias: Es el porcentaje de retribución que ofrece una empresa en base al total de las ganancias obtenidas.
Crédito: Los trabajadores podrán tener a disposición la opción de crédito en una empresa.
Descuento en productos y/o servicios: Son las rebajas que se obtienen al adquirir un producto o servicio perteneciente a la empresa en la que se trabaja.
Formación gratuita: Son las clases que dicta la empresa para instruir a diferentes perfiles profesionales. Los trabajadores de la empresa tienen acceso gratuito a estas formaciones.
Acceso a establecimientos de ocio: Es el permiso que otorga la empresa a los empleados para que accedan libremente a ciertas instalaciones que, o bien pertenecen a la organización, o posee una relación colaborativa con dichos establecimientos.
Plan de retiro: Consta de un plan de jubilación para garantizar un retiro seguro.
Trabajo a distancia: Dependiendo de la actividad de un trabajador, la empresa puede ofrecer la opción de ejercer su profesión desde el hogar.
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