Se trata de buscar la distancia adecuada entre el entrevistador y el entrevistado, evitando sentarse frente a frente (hacerlo en ángulo o uno junto al otro), llamadas, visitas e interrupciones, para lo que es imprescindible reservar lugar y hora. Se debe, por lo tanto, evitar toda improvisación.
Debe procurarse conseguir una atmósfera relajante que permita el diálogo franco, fructífero y por consiguiente una comunicación abierta.
Asimismo, debemos mantener una actitud profesional y racional, minimizando manifestaciones e interpretaciones simplemente emocionales y buscando avanzar en la conversación con un sentido práctico.
El cuidar todos estos aspectos es fundamental, de lo contrario se puede crear un ambiente de desconfianza o tenso si las partes no consiguen intercambiar sus primeras palabras de forma confiada y abierta. En este aspecto debe tenerse en cuenta la importancia de los signos modales o no verbales. Se deberá reflexionar sobre la actividad desarrollada por la persona a entrevistar durante el período objeto de análisis, apoyándose, para enriquecer su conocimiento, en otros responsables.
El entrevistador y entrevistado deben prepararla por separado con la necesaria atención, teniendo en cuenta su importancia, examinando cada uno el comportamiento y la eficacia de la actuación y buscando las causas. Asimismo, identificar hechos con que avalar las opiniones y resumir las conclusiones.
Durante la entrevista
Desarrollo de la entrevista
Al iniciar la entrevista, el jefe deberá recordar al entrevistado la finalidad de la reunión, recalcando el papel de la misma como sistema de seguimiento permanente y como instrumento idóneo para la ayuda en su desarrollo personal y profesional, siempre en un sentido positivo.
El entrevistador tiene que hacerse preguntas tales como:
Se trata aquí de descubrir las ideas e impresiones del entrevistado al objeto de comprobar, desde su punto de vista, cómo marcha su trabajo, cuáles han sido sus éxitos, cuáles las frustraciones y qué tipo de apoyos le harían falta.
A que la entrevista cumpla los objetivos que cabe esperar de ella, ayudará como ya se ha señalado:
Algo también útil y recomendable es utilizar las llamadas preguntas abiertas como pueden ser, por ejemplo, las siguientes:
Uno de los factores que van a influir en que la entrevista sirva a los objetivos apuntados es, sin duda, la actitud que pueda tener a lo largo de la misma el jefe, quien deberá esforzarse por:
Al entrevistado se le informará sobre el modo en que se percibe su rendimiento debiéndose transmitir de un modo claro, firme y objetivo, de manera desapasionada, constructiva y recalcando cuales han sido los logros reconociendo, así mismo, las dificultados y puntos de mejora.
La entrevista abierta es más rica, aunque más difícil.
En este momento, la preocupación básica será MEJORAR EL RENDIMIENTO. Esto puede adoptar la forma de cambio de responsabilidades, abrir nuevos caminos, establecer prioridades, reorientar tareas, etc. Es muy importante el desarrollo de un intercambio de pareceres creativos para allanar el camino hacia estas nuevas acciones.
De manera conjunta, en la medida de lo posible, se deberá decidir qué medidas habrán de seguir a la evaluación: formación específica, mejorar en el comportamiento con el entorno, cambios o modificaciones en las prioridades. Es importante finalizar la entrevista con un acuerdo compartido, evitando imposiciones, enfrentamientos, etc. Es un momento que debe aprovecharse para:
Es otro de los pilares del sistema, requiriéndose un compromiso y responsabilidad por parte del jefe y del colaborador en la fijación del plan individualizado, según las necesidades de cada uno de éstos. Tiene los siguientes aspectos:
En el siguiente post te compartimos ¿Cómo prepararte para una entrevista de trabajo?
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Comentarios 8
muy buen tema
Me ayuda a estudiar
Buena información
Está bein planificado
me ayudo demaciado
me gusto gracias
Excelente información