Asoka Wöhrmann, de Deutsche AVW cree que la recuperación económica global “será más evidente en 2015. No obstante, la mejora será lenta en general”. EE UU será el motor global, con una previsión de crecimiento del 3,2% en su PIB. Y la Eurozona crecerá solo un 1,2%, si bien no se enfrentará a la deflación, tal y como apunta Wöhrmann: “Europa no es el nuevo Japón”.
Javier Urones, de XTB, afirma convencido que “no habrá recesión, lo más que podría haber es una cierta ralentización, que se corregirá en poco tiempo”. Para ese economista, “España va a mostrar signos de mejora evidente”. Advierte, sin embargo, que “en nuestro país, estamos pendientes, para que todo vuelva a la normalidad, de que los bancos empiecen a prestar”
Aun cuando las perspectivas parecen más animadas, el horizonte no está despejado del todo. Miguel Ángel Bernal, del IEB, dice que “los riesgos de la economía mundial en 2015 estarán centrados en Oriente Medio, que seguirá siendo un avispero, la situación en Rusia y Ucrania, las dudas en el crecimiento de Brasil y los emergentes, y la situación de la banca china. En España, los riesgos se centrarán en Cataluña y la situación política en general, con elecciones autonómicas y municipales en mayo y generales a finales de año”.
También en Fidelity opinan que los riesgos principales en 2015 “serían un aterrizaje forzoso en China, más tensiones geopolíticas y un aumento inesperado de la inflación en EE UU que haría que la FED subiera tipos antes de lo previsto. El aterrizaje forzoso de China crearía más dificultades para las materias primas y el crecimiento mundial, con efectos de diferente intensidad en los mercados emergentes. El conflicto entre Rusia y Ucrania o las tensiones en Oriente Medio, también podrían continuar y lastrar a regiones concretas en 2015”.
Todos esperan que el dólar estadounidense crezca con fuerza en 2015, sobre todo en comparación con el euro. A corto plazo, el tipo de cambio euro/dólar podría caer hasta alcanzar un cambio de 1,7:1, lo que supondría retroceder a niveles de 1999.
Los mercados seguirán pendientes al detalle de las políticas monetarias de los bancos centrales. Tal como en el 2014. Asoka Wöhrmann asegura que las políticas más acomodaticias de la Eurozona y Japón “podrían llegar a ser incluso más expansivas en 2015, mientras que la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra deberían empezar a abandonarlas”. Algo similar afirma Paolini, de Pictet AM, quien no espera que “globalmente la liquidez cambie. De hecho, la expansión de los balances de los bancos centrales puede ser de un billón de dólares, la misma cantidad que los últimos años. Así que, aunque la Reserva Federal haya dejado de imprimir dinero, el BCE y el Banco de Japón lo seguirán haciendo.
Fuente: Emprendedores.com
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