El mercado laboral se divide principalmente en dos partes: demanda y oferta. La demanda se refiere a los empleadores que están buscando contratar trabajadores y la oferta se refiere a los trabajadores que están buscando empleo.
Se entiende por mercado laboral al conjunto de relaciones interpersonales que hay entre ofertantes y demandantes de empleo. Estos dos bandos buscan unir intereses laborales, productivos y salariales para establecer una relación de trabajo beneficiosa para ambas partes.
Dinámico: Los cambios en el entorno económico y social pueden producir fluctuaciones constantes en la oferta y la demanda de trabajo.
Diverso: Existen diferentes sectores laborales demandando diversas habilidades y conocimientos.
Competitivo: La oferta y demanda de trabajos determinan los salarios y condiciones laborales.
Vulnerable: Las situaciones económicas y políticas pueden afectar negativamente el mercado laboral y, por tanto, a los trabajadores y a las empresas.
Globalizado: Con la llegada de la globalización, el mercado laboral se ha convertido en una competencia internacional, donde los trabajadores deben competir con otros trabajadores de diferentes partes del mundo.
El mercado cuenta con una serie de actores, entre los que destacan:
Empleadores: Son los encargados de ofrecer puestos de trabajo a trabajadores y de establecer las condiciones salariales y laborales.
Trabajadores: Son la fuerza laboral que se encarga de realizar las tareas asignadas por los empleadores a cambio de una remuneración.
Sindicatos: Son las agrupaciones de trabajadores que se unen para defender sus intereses y luchar por mejoras laborales, condiciones de trabajo justas y salarios equitativos.
Gobierno: Es el regulador del mercado laboral, encargado de crear políticas públicas y establecer leyes que protejan a los trabajadores de abusos y desigualdades.
Es a través del mercado laboral que las empresas pueden encontrar los trabajadores que necesitan para desarrollar su actividad económica; y mediante el cual los trabajadores pueden obtener empleo para ganar un salario, sustentarse y lograr una mejor calidad de vida.
El mercado laboral puede tener desigualdades significativas, en las que ciertos grupos de personas pueden experimentar dificultades para encontrar trabajo. Esto puede deberse a una variedad de factores, como la discriminación en el lugar de trabajo, la falta de acceso a la educación, la escasez de trabajos disponibles en ciertas áreas, la falta de apoyo en la búsqueda de trabajo y la economía en sí misma.
Las desigualdades en el mercado laboral también pueden basarse en factores socioeconómicos, como la edad, el género y la etnia. Las mujeres a menudo ganan menos que los hombres por el mismo trabajo, y los trabajadores de mayor edad pueden encontrar dificultades para mantener su empleo o encontrar trabajo. Además, las personas de ciertas etnias también pueden enfrentar barreras a la hora de conseguir empleo.
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