“La logística es la parte del proceso de la cadena de suministros que planea, lleva a cabo y controla el flujo y almacenamiento eficientes y efectivos de bienes y servicios, así como de la información relacionada, desde el punto de origen hasta el punto de consumo, con el fin de satisfacer los requerimientos de los clientes”.
A partir del año 2000
Aunque es fácil pensar en la logística como la dirección del flujo de productos desde los puntos de la adquisición de materias primas hasta los consumidores finales, para muchas empresas existe un canal inverso de la logística que también debe ser dirigido.
La vida de un producto, desde el punto de vista de la logística, no termina con su entrega al cliente; los productos se vuelven obsoletos, se dañan o no funcionan y son devueltos a sus puntos de origen para su reparación o eliminación.
Los materiales empacados pueden ser devueltos a quien los expide debido a regulaciones ambientales o porque tiene sentido económico rehusarlos.
El canal inverso de la logística puede utilizar todo o una parte del canal directo o puede requerir un diseño por separado.
La cadena de suministros termina con la eliminación final de un producto. El canal inverso debe considerarse dentro del alcance de la planificación y del control de la logística.
La Tabla 1, muestra las actividades propias de producción y de marketing, así como las que están en la interfaz de ambas. Una actividad de interfaz es la que no puede ser dirigida efectivamente dentro de un área funcional. La interfaz se crea por la separación arbitraria de las actividades de una empresa en un número limitado de áreas funcionales.
Ahora existen dos interfaces funcionales donde antes sólo existía una, entre marketing y producción/operaciones. Algunos de los problemas administrativos más difíciles surgen de los conflictos interfuncionales que ocurren cuando se está intentando administrar actividades de interfaz.
Algunos problemas de este conflicto potencial pueden disiparse si se crea un nuevo acuerdo organizacional mediante el cual producción/operaciones y logística se van desvaneciendo gradualmente en un grupo llamado cadena de suministros.
Es el conjunto de técnicas y medios destinados a gestionar el flujo de materiales y el flujo de información.
El objetivo principal es el de:
Satisfacción de las necesidades en bienes y servicios de un cliente y/o mercado en:
El objetivo es conseguir ventajas competitivas rediseñando modelos de negocio que aporten innovación y respuesta rápida a las nuevas líneas de productos y en general minimizar los costes tendentes a lograr el nivel de servicio deseado.
Para ello, en general se debe conseguir:
Casi todas las empresas conviven en un entorno competitivo, muy condicionado por el fenómeno imparable de la globalización, de la integración y centralización de la logística.
La facilidad de acceder a nuevos mercados obliga a rediseñar las redes de distribución y con frecuencia creciente a relocalizar las capacidades productivas y definir un modelo global de gestión de compras.
Podemos clasificarlos por sus características de transporte, manejo, almacenaje y tráfico:
Características de transporte:
Características de manejo:
Características de almacenaje:
Características del tráfico:
Se pretende conseguir el mayor rendimiento sobre la inversión, viendo el impacto del diseño del sistema de logística sobre:
La contribución de ingresos adicionales
El gerente de logística debería saber cuántos ingresos adicionales se generarán mediante la implantación de mejoras en la calidad del servicio suministrado al cliente. Sin embargo, dichos ingresos por lo general, no se conocen con gran precisión.
A menudo, el nivel de servicio al cliente se fija en un valor objetivo, normalmente uno que sea admisible para aquél.
El objetivo de la logística puede ser el de minimizar los costes tendentes a lograr el nivel de servicio deseado, en vez de aumentar al máximo el rendimiento sobre la inversión.
Los costes logísticos
A diferencia de los ingresos, los costes de la logística pueden ser determinados por lo general con tanta precisión como lo permite la práctica contable, y suelen ser de dos tipos: costes de operación y costes de capital.
Los costes de operación son aquellos que fluctúan en forma directa con la variación de los niveles de actividad: gastos de personal, gastos de almacenamiento, transportes.
Los costes de capital son los gastos que se realizan de una vez y, que no cambian con las variaciones normales de los niveles de actividad.
Ejemplos: inversión en una flota privada de camiones, coste de construcción de un almacén para la compañía o compra de equipo para el manejo de materiales.
Si se asume que hay conocimiento del efecto de los niveles de actividad logística en los ingresos de la empresa, el rendimiento sobre los activos logísticos puede expresarse con la relación conocida como ROLA (return on logistics assets).
Rola se define como:
ROLA = Contribución al ingreso – C. de operación logística /C. del capital del activo logístico
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