El fondo de maniobra tiene la misión de proporcionar a la empresa un margen de seguridad contra posibles riesgos de pérdida de valor o de alargamiento del período de maduración en el proceso de conversión de las existencias en derechos de cobro, y de éstos en disponible.
Este margen de seguridad se obtiene financiando con recursos permanentes dos porciones del activo circulante: la porción que tiene carácter de permanencia, por no ser irreducibles y la porción arriesgada. Estas porciones no constituyen un área específica del activo circulante, sino una parte alícuota de cualquiera de las masas financieras que lo integran.
Según la regla del equilibrio financiero mínimo, bastará con que el pasivo fijo (recursos propios + acreedores a largo plazo) fuese igual al activo inmovilizado. Consiguientemente, el pasivo circulante será también igual al activo circulante (realizable + disponible).
Por lo que respecta a las masas irreducibles del activo circulante, aun cuando contablemente se registran como parte de las existencias o de los deudores, financieramente deben ser consideradas como un activo fijo, ya que la empresa jamás puede deshacerse de ellas sin incurrir en peligro de ruptura de stock con la consiguiente paralización de la actividad productiva o en dificultades de atención a los clientes.
En cuanto a la porción arriesgada, constituida por una parte alícuota de las existencias y de los deudores, hemos de tener en cuenta que la realización de estas masas puede incurrir en riesgo de demoras o de pérdidas, que hagan insuficiente la regla del equilibrio mínimo para garantizar la liquidez de la empresa. Cuando todo ocurre normalmente, los almacenes se vacían con regularidad, y los clientes pagan a sus vencimientos, y consecuentemente no se producen problemas financieros.
Pero puede ocurrir que disminuyan los pedidos, que ciertos productos se vendan con pérdidas por incidencias del mercado, o que ciertos clientes se conviertan en morosos insolventes. En estos casos, si esa parte del activo circulante no está financiada con recursos financieros propios, o acreedores a largo plazo, la empresa tendrá dificultades de liquidez para hacer frente a la situación adversa.
El equilibrio financiero se alcanza cuando la empresa es capaz de hacer frente a todos sus pagos. En general, en términos de equilibrio, interesa además que el Fondo de maniobra sea positivo porque siempre hay una parte del activo circulante (AC), como stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible, que a causa de su permanencia en el tiempo podría considerarse como una inversión a largo plazo y, por tanto, necesaria su financiación con capitales o recursos permanentes.
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