Siempre que se toma una decisión, se renuncia a algo más. A eso que se está renunciando es lo que se conoce como “coste de oportunidad”. Veámoslo más a detalle a continuación.
El coste de oportunidad hace referencia a aquello que se rechaza al tomar una determinada decisión. Es decir, es el valor a lo que se renuncia al elegir una opción en lugar de otra.
Por ejemplo, imaginemos que Albert tiene dos opciones:
Si Albert elige ver la película, el coste de oportunidad sería la pérdida de oportunidad de mejorar su salud y estado físico.
Por tanto, el costo de oportunidad alude a la idea de que cuando se toma una decisión, se renuncia a otra alternativa que también podría haber sido beneficiosa. Es como si se tuvieran opciones A y B, y al elegir la opción A, se está renunciando al beneficio que pudo haberse obtenido con la opción B.
Así, pues, este concepto podemos aplicarlo a multitud de ámbitos, como por ejemplo, cuando elegimos pasar tiempo viendo televisión en lugar de estudiar, cuando gastamos dinero en algo que no necesitamos en lugar de ahorrarlo para una emergencia o incluso cuando invertimos tiempo y recursos en un proyecto que no es rentable en lugar de enfocarnos en algo más productivo.
Veamos 4 características claves que encierra el término “coste de oportunidad”:
Alternativa: A menudo, siempre hay una alternativa a la decisión que se está tomando.
Valor: El coste de oportunidad se mide en términos de valor, ya sea valor monetario o no monetario.
Renuncia: Implica renunciar a la opción que se rechaza.
Comparación: Se compara el valor de la opción elegida con el valor de la opción rechazada.
Para calcular el coste de oportunidad se puede utilizar la siguiente fórmula: Coste de oportunidad = Valor de la opción alternativa – Valor de la opción elegida.
Por ejemplo, si un empleado gana $200 al día en su trabajo actual, pero tiene la oportunidad de trabajar en un nuevo empleo que paga $250 al día, el costo de oportunidad de quedarse en su trabajo actual serían $50 por día.
Poniéndolo en fórmula, quedaría así:
Decimos que un coste de oportunidad es alto cuando la opción elegida implica renunciar a una alternativa muy valiosa o a una gran oportunidad, lo que significa que se está perdiendo una cantidad significativa de valor.
Por otro lado, un coste de oportunidad bajo sucede cuando la opción elegida no supone una pérdida importante o se tiene una contrapartida similar.
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