Muchas veces el despido provoca un dolor equivalente a una ruptura laboral. Después de todo, pasas la mayor parte de tu tiempo trabajando y se deduce que el resultado solo puede ser una forma de unión fuerte con él, muy similar a la que se crea en una relación romántica.
La autoestima de quienes son despedidos comienza a tambalearse al sufrir un duro golpe que puede llevar a la persona a cuestionarse seriamente sus capacidades. Sentirse “rechazado” y darse cuenta de que los días ya no serán tan intensos como antes no es una transición. Porque por muy repetitivas y estresantes que fueran las funciones, devolvían sentimientos de gratificación y satisfacción capaces de compensar los peores aspectos.
La noticia del despido genera un complejo de emociones complejas de gestionar. Para aligerar la carga, es recomendable compartir pensamientos y hablar abiertamente sobre los estados de ánimo con los seres queridos. Sin embargo, elige bien quiénes serán los destinatarios de tus exabruptos: alguien podría molestarte con juicios o frases inauditas. No reprimas lo que sientes y permite que otros te ayuden.
Si te han despedido, eso significa que algo no salió bien. El pensamiento de que lo que has estado haciendo durante varios años no ha sido suficiente para mantenerte en la organización puede causarte un dolor severo e incluso hacerte sentir traicionado, por lo que los pensamientos que te hacen dudar de ti mismo toman el control. Este es el error más común y más grande que se puede cometer: el fracaso que estás experimentando no tiene por qué convencerte de que eres incapaz.
Identifica los sentimientos que estás experimentando (decepción, depresión, angustia, enfado) y comienza con un análisis minucioso de lo que puede hacerte alcanzar un alto nivel de conciencia. Aprovecha esta oportunidad para conocerte mejor y entender más profundamente lo que te gustaría hacer en el futuro.
Antes de iniciar tu búsqueda de otro trabajo y afrontar nuevos retos, puedes darte un periodo de tiempo para analizar cuáles son tus competencias profesionales y cuáles has adquirido con el empleo anterior. Para obtener una imagen precisa y detallada, puede elaborar una lista real de habilidades, para afinar su búsqueda y seleccionar solo aquellos trabajos que puede hacer o que pueden estar cerca de su perfil profesional.
Como hemos señalado anteriormente, en algunos casos el motivo del despido puede deberse a la falta de ciertas habilidades necesarias para desempeñar un determinado trabajo o encargo, por lo que es necesario adquirir nuevas para salir y encontrar el trabajo de tu sueños. El despido puede ser una oportunidad para encontrar un trabajo que más te guste o que te garantice un mejor salario, pero para conseguirlo siempre debes actualizar tus habilidades, quizás inscribiéndote en cursos de formación a distancia.
Sin embargo, para seguir adelante, debes seguir teniendo autoestima y no perder la fe en tus habilidades. Por otro lado, para haber trabajado mucho tiempo en la misma empresa, debe haber alguna razón, ¿no?
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