La 👉contaminación acústica👈 se considera un exceso del nivel natural de ruido de fondo o una fluctuación y cambio brusco de características sonoras como la periodicidad de la onda sonora y la fuerza del flujo sonoro. La mayoría de las veces, el ruido molesto de naturaleza antropogénica, cuya alta concentración se observa en las ciudades, en la producción y cerca de las instalaciones industriales de la ciudad, así como fuera de ella, se denomina contaminación acústica.
Los ruidos naturales (el ruido de la lluvia, las ráfagas de viento, el canto de los pájaros) no suelen ser molestos y tienen un efecto calmante en el cuerpo humano. Los ruidos fuertes e inusuales pueden provocar un cansancio acelerado en los seres humanos y en otros organismos vivos, reducir la productividad e incluso, a largo plazo, causar enfermedades psicológicas y físicas.
La contaminación acústica es cada vez mayor y más agresiva debido al aumento de la fabricación de automóviles, las instalaciones industriales, etc. En la actualidad, se incluyen:
Por su parte, la contaminación acústica se divide en varios tipos:
El organismo puede verse afectado por ambos tipos de ruido al mismo tiempo, por ejemplo, por las obras de reparación de la casa y por el sonido procedente de la calle a través de una ventana abierta.
La transmisión del sonido puede realizarse de dos maneras:
Un nivel de ruido que no supere los 55 decibelios (dBA) durante el día (de 7 de la mañana a 11 de la noche) y los 45 dBA durante la noche (de 11 de la noche a 7 de la mañana) se considera un ruido aceptable según las normas sanitarias generalmente aceptadas.
Los seres humanos se ven expuestos día a día a ruidos fuertes que superan la ordenanza sobre el ruido.
Conozcamos el nivel de ruido que alcanzan los sonidos habituales que nos rodean.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó una década a la investigación de este tema y en 2011 se publicó un informe titulado La carga de las enfermedades causadas por el ruido como factor ambiental. Cuantificación de los años de vida saludable perdidos en Europa" (Burden of disease from environmental noise). Cuantificación de los años de vida saludable perdidos en Europa).
En este informe se hace referencia al problema del impacto del ruido en la salud humana, concretamente a los trastornos del sistema cardiovascular, la función cognitiva, el sistema nervioso humano, etc.
A continuación, se explican los posibles trastornos de salud derivados de la contaminación acústica.
Según la OMS, miles de personas mueren prematuramente de enfermedades cardiovasculares causadas por la exposición a largo plazo a niveles de ruido excesivos. Los científicos han descubierto que si una persona se expone a un ruido superior o igual a 50 dBA (tráfico no intensivo) durante largos periodos de tiempo por la noche, contribuye a desarrollar hipertensión, enfermedades coronarias, así como insuficiencia cardíaca.
El ruido puede afectar al sueño saludable de una persona. Los ruidos interrumpidos y repentinos tienen un efecto extremadamente adverso en el cuerpo humano, especialmente por la tarde y la noche. El sonido agudo de un camión que pasa por delante de una casa suele provocar miedo, sobre todo en los niños y las personas mayores. El ruido puede afectar a la duración y la profundidad del sueño: es difícil conciliar el sueño y es difícil despertarse por la mañana, y puede producirse insomnio. A menudo el sueño se vuelve superficial y las personas no se sienten descansadas al despertar. La falta de sueño saludable después de una jornada laboral conduce a la fatiga crónica.
Según el informe de la OMS, los efectos de la contaminación acústica en los patrones auditivos de los niños provocan un deterioro cognitivo adverso. Como resultado, los niños pueden sufrir un retraso en el crecimiento y algunos experimentan problemas de memoria y concentración.
Cuando se expone a ruidos fuertes, la audición tiende a adaptarse y el umbral auditivo aumenta. Por eso, una persona pierde brevemente la capacidad de oír sonidos suaves después de visitar lugares ruidosos, pero luego la agudeza auditiva se recupera. Pero si pasa un largo periodo de tiempo en lugares expuestos a la contaminación acústica (discotecas, conciertos, bares y eventos deportivos) corres el riesgo de desarrollar una pérdida auditiva neurosensorial o incluso de perder la audición. La exposición continua al ruido no sólo afecta a la audición, sino que también puede provocar acúfenos, mareos y dolores de cabeza.
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