LOGÍSTICA
Clasificación de Centros Logísticos
Una de las clasificaciones posibles para las infraestructuras de logística del transporte más común por denominación establecida en el sector y aplicable en distintos ámbitos de actuación desde el doméstico al internacional, es la siguiente:
- Centros Integrados de Mercancías (CIM)
- Zonas de Actividad Logística (ZAL)
- Plataformas logísticas vs. Polígonos Industriales
- Centros neurálgicos, nodos o “hubs”
Sin detrimento de otras denominaciones utilizadas habitualmente en la práctica profesional o específica del centro, plataforma o zona, obedeciendo más a razones de uniformidad de glosario que facilite su comunicación y difusión comercial, que a razones teóricas y conceptuales desde el punto de vista explicativo en el ámbito de la formación como el que nos ocupa, combinando ambos con la intención de abarcar la mayor amplitud de términos de cara a su correcta utilización en cualquiera de los escenarios posibles.
Los centros se dividen en:
- Centros Integrados de Mercancías (CIM): Se trata de una de las principales denominaciones de un centro logístico más utilizada en el transporte por carretera, al igual que las “ciudades del transporte”, centros de distribución, o plataformas logísticas, con una amplitud de descripción de la infraestructura similar en todos los casos: Un conjunto de instalaciones y equipamientos relacionados directamente con el transporte de mercancías, nacional o internacional, que presta distintos servicios a todos aquellos actores que pueden estar involucrados en una operación comercial desde el punto de vista logístico. Transportistas, agentes operadores, distribuidores, almacenistas, industriales… pueden utilizar un CIM para realizar labores de mantenimiento del medio de transporte, contratación, sub-contratación, administración de la documentación de la operación a nivel oficial y privado, almacenaje, manipulación o transformación de mercancías, su distribución, así como para cualquier otra necesidad de tránsito.
- Zonas de Actividad Logística (ZAL): Suele referirse a zonas portuarias marítimas en las que se establece un sector o área física de actividad puramente logística, es decir, para la instalación de los operadores o agentes que no están relacionados con las operaciones portuarias propiamente dichas (amarre, estiba, arrastre…) sino con las directamente relacionadas con la operativa de transporte de mercancías y sus actividades administrativas y complementarias de valor añadido (servicios generales, auxiliares y comerciales, entre otros). La principal razón de la existencia de una ZAL en un puerto marítimo, o en sus proximidades, es la de facilitar los servicios adyacentes complementarios y necesarios para el movimiento de mercancías por vía marítima confiriendo al puerto, a su vez, una serie de ventajas competitivas a la hora de decidir qué puerto utilizará un operador de transportes en su planificación de la expedición respecto a otras opciones de centro logístico de apoyo para el óptima cumplimiento del contrato de la operación.
- Plataformas logísticas vs. Polígonos Industriales: Un centro logístico, o por concepto, una plataforma logística, puede considerarse un tipo de zona industrial o polígono desde el punto de vista inmobiliario, si bien desde el punto de vista funcional no produce mercancías, sino servicios intrínsecos a éstas. Un polígono industrial, sin embargo, puede contener o no un centro logístico, si bien es deseable que disponga de tal instalación por las industrias que contiene, centralizando los servicios que de otra manera se verían dispersos conforme a las posibilidades de cada industria particular con el consiguiente coste para cada empresa y pérdida de valor del polígono en cuestión por economía de escala.
- Centros neurálgicos, nodos de transporte o “hubs”: Los centros neurálgicos de transporte de mercancías donde se concentra una gran actividad de transporte de mercancías y sus servicios, son nodos logísticos conocidos en el comercio internacional como “hubs” en su acepción inglesa por centro, núcleo o foco de actividad. El término suele utilizarse cuando nos referimos a amplias zonas de terreno con una gran superficie habilitada para el movimiento de mercancías en la que confluyen una serie de infraestructuras básicas, auxiliares y complementarias que concentra diversos servicios básicos y de valor añadido. Normalmente estas instalaciones de gran envergadura tienen determinada su ubicación por un factor geográfico y de gran valor estratégico por la propia actividad logística que desarrollan.
- Terminales Portuarias: Entendemos por Puerto toda aquella ubicación de espacio finito en la que se delimita una partida, punto de ruptura, o término de un viaje, normalmente utilizada en el lenguaje relativo al ámbito marítimo como un lugar geográfico determinado a partir de cierta envergadura y normalmente situado en un litoral. Además del concepto de delimitación de viaje, la infraestructura con la que cuenta todo puerto para acoger la actividad y los servicios relativos a dichos viajes, sea de mercancías o personas, se conocen como Terminales Portuarias. Suelen disponer de los medios y recursos necesarios para prestar los servicios de transporte marítimo de mercancías y personas de manera diferenciada.
- Terminales Aeroportuarias: Si trasladamos el término y concepto de Puerto al ámbito del transporte aéreo, tendremos como resultado los aeropuertos, helipuertos y aeródromos según el tamaño y modalidad de servicios de la infraestructura. Centrándonos en la de mayor importancia y envergadura, el aeropuerto, tendremos, al igual que en los puertos marítimos, la instalación de una Terminal Aeroportuaria, si bien en este caso del transporte aéreo las características respecto al puerto marítimo difieren significativamente en escala proporcional a la magnitud del tipo de transporte y por tanto su capacidad de tratamiento de mercancías.
- Puertos Secos: Los llamados puertos secos (siglas del francés para designar el transporte internacional por carretera) son los puntos de ruptura de viaje de las modalidades de transporte rodado y ferroviario. El término “puertos secos” suele utilizarse en el transporte ferroviario de mercancías, aunque también es aplicable al de carretera dentro del ámbito aduanero. La denominación genérica de “terminal”, sin más adjetivos, o “centro de transportes” es la más aplicada cuando nos referimos a este último modo de transporte. Sus instalaciones de expedición, tránsito o recepción, se conocen técnicamente como “Terminal TIR”. Tanto en las terminales de trenes como en las plataformas de camiones, existen instalaciones, medios y recursos de servicios dedicados a esa modalidad de transporte, lógicamente más sencillas y de menor envergadura en el caso de los camiones. Significativamente más amplias y complejas en el caso de los trenes, su vez, se componen de la combinación de ambas modalidades de transporte, siendo el de carretera un complemento necesario del ferroviario.
Sea cual fuere su denominación, todos estos tipos de infraestructuras tienen como fin común el servir de apoyo, facilitación, organización y control del desarrollo óptimo de las operaciones de transporte de mercancías, como ya se ha mencionado anteriormente, al igual que para el de personas (pasajeros) son los intercambiadores y estaciones de servicio, en ciertos casos compartidos por ambos más allá del concepto unívoco de la logística del transporte, pero obviamente de muy diferente tratamiento por su distinta naturaleza y finalidad, siendo sin embargo consecuencia unos de otros.
Aunque la tipología de centros logísticos se podría clasificar en un listado tan extenso como los tipos de actividad, modalidad de transporte, modelos organizativos, y tamaños y capacidades existentes, en la clasificación que presentamos a continuación nos centramos en las razones conceptuales y necesidades que motivan su existencia, y la capacidad de servicios logísticos que pueden ofrecer, no excluyéndose unas de otras en su funcionamiento. Incluso cuando se tratan de centros especializados en unas funciones logísticas específicas de un sector industrial concreto, a menudo altamente tecnificadas, suelen compartir características en común, siendo también complementarias a otras infraestructuras de menor complejidad.
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