“El análisis del balance se hace a partir de balances de situación históricos referentes a los dos o tres últimos años de la empresa. No obstante, también es muy útil analizar el balance previsional para los próximos ejercicios.”
Recomendación previa, leer:
Cuando el balance de situación ya está debidamente ordenado y preparado para el análisis, se empieza por el cálculo de sus porcentajes. A esta técnica se le denomina también análisis vertical. Para ello se calcula el porcentaje que representa cada grupo patrimonial en relación con el activo total.
Cálculo de porcentajes
Balance de Situación
Trata de analizar una serie de datos poniéndolos en relación a una magnitud dada (total activo, total cifra de ventas), de tal manera que se obtengan conclusiones a diferentes niveles, destacando las líneas que presentan un mayor interés. Al trasladar magnitudes absolutas a relativas estas ganan objetividad, siendo muy útiles para la comparación de la misma empresa en diferentes periodos como comparaciones interempresas.
Se pueden hacer comparaciones históricas de masas patrimoniales que permita analizar la evolución en los periodos.
En este ejemplo, se puede observar que el exigible a largo plazo ha disminuido casi un 50% respecto del ejercicio anterior y, sin embargo, el exigible a corto ha aumentado desde un 46.2% hasta el 56.3%, probablemente como consecuencia de la política de cobros y pagos de la compañía.
En la siguiente imagen, se puede observar el balance de otra compañía con los porcentajes correspondientes:
En primer lugar, todo sujeto, persona física o jurídica, es titular de un conjunto de elementos patrimoniales consistentes en bienes y derechos, entendidos en su sentido amplio. A estos elementos se les conoce por la denominación genérica de recursos o, más específicamente, por la de recursos económicos y su naturaleza es muy diversa: dinero, mercancías, mobiliario, vehículos, derechos de cobro, acciones, etc.
En toda empresa estos recursos son necesarios para desarrollar la actividad operativa y, en este sentido, constituyen uno de los factores determinantes de su capacidad económica, pero no el único, porque la obtención de resultados dependerá de un gran número de variables, como pueden ser, entre otras, la capacidad directiva, la experiencia y los factores del entorno.
La noción intuitiva y precisa de un balance consiste en definir este como el inventario de los recursos que es titular un sujeto (persona física o jurídica) en un momento dado, presentados simultáneamente desde una doble perspectiva:
Esta clasificación porcentual realiza un análisis mucho más pormenorizado de la diferente composición de las masas patrimoniales que configuran los activos y los pasivos empresariales.
Una vez calculado los porcentajes, ya se pueden obtener las primeras conclusiones, a partir de los siguientes principios orientativos de tipo general.
Hay que considerar que estos son solo principios orientativos que deben ser matizados con un estudio en detenimiento del sector de actividad, topología de empresa y coyuntura.
Principios Generales
I. El activo circulante ha de ser mayor, si es posible casi el doble, que el exigible a corto plazo. Esto es preciso para que la empresa no tenga problemas de liquidez y pueda atender a sus pagos.
Cabe destacar tres situaciones:
1. El activo circulante es casi el doble que el exigible a corto plazo. En principio, la empresa no tiene problemas de liquidez. Esta situación, al igual que las dos siguientes ha de confirmarse con el análisis del presupuesto de caja.
2. El activo circulante es bastante menor al doble del exigible a corto plazo. La empresa puede tener problemas de liquidez y entrar en suspensión de pagos. Este problema se agrava cuando el activo circulante es menor que el exigible a corto plazo, ya que el fondo de maniobra es negativo depende del sector de actividad, su problemática o su bondad. De persistir esta situación se puede desembocar en una suspensión de pagos. Esta situación ha de ser solicitada por la empresa para protegerse de sus acreedores cuando, a pesar de poseer bienes suficientes para cubrir sus deudas, prevea la imposibilidad de efectuarlo a las fechas de sus respectivos vencimientos. Cuando se desea mejorar esta situación, hay que tomar medidas para reducir las deudas a corto plazo, tales como:
3. El activo circulante es bastante mayor del exigible a corto plazo. En este caso hay que prestar atención, pues es posible que la empresa este infrautilizando esos activos y obtenga de ellos poca rentabilidad por tener exceso de los mismos. Ante este tipo de situaciones conviene evaluar la posible conveniencia de reducir los excesos de existencias, realizable o de disponible
II. El realizable más el disponible han de ser igual, aproximadamente al exigible a corto plazo. Con este principio se matiza el anterior ya que es posible que una empresa tenga un activo circulante muy elevado, pero en forma de stock y, por lo tanto, no tenga efectivo para poder atender los pagos. La empresa se encontrará en una de las tres situaciones siguientes:
1. El realizable más el disponible igualan, aproximadamente, al exigible a corto plazo. En principio la empresa no tendrá problemas de liquidez.
2. El realizable más el disponible son menores que los exigibles a corto plazo: Precaución. Es posible que la empresa tenga problemas de liquidez para atender sus pagos. En la misma línea que, en el apartado anterior, cuando desea mejorar esta situación hay que tomar medidas para reducir estas deudas corto, tales como:
3. El realizable más el disponible exceden al exigible a corto. Atención es posible que la empresa infrautilice sus inversiones en realizable y disponible. Por tanto, ante esta situación conviene evaluar la posible conveniencia de reducir los excesos de realizable o disponible.
III. Los capitales propios han de ascender al 40% o 50% del total del pasivo. Este porcentaje de capitales propios es preciso para que la empresa esté suficientemente capitalizada y su endeudamiento no sea excesivo. Se pueden distinguir tres situaciones:
1. Los capitales propios representan entre un 40, 50% del pasivo. Correcto. En principio la empresa está suficientemente capitalizada.
2. Los capitales propios representan mucho menos que un 40% del pasivo. Precaución. La empresa puede estar descapitalizada y por lo tanto, excesivamente endeudada. Le falta capital y le sobra deuda. La descapitalización puede producirse como consecuencia de pérdidas importantes y/o continuadas. Cuando los capitales propios son negativos, situación que se presenta cuando las pérdidas acumuladas superan el capital social y reservas, se dice que la empresa está en quiebra técnica. En este caso las deudas superan a los activos, que supone una situación insostenible a menos que se tomen medidas urgentes para mejorar la situación. De no ponerse remedio daría lugar a un estado de quiebra. Esta problemática puede evitarse si la empresa amplia capital a tiempo, y toma medidas para poder generar beneficios.
3. Los capitales propios representan más del 50% del pasivo. Atención. Posiblemente la empresa tiene un capital excesivo, lo que puede representar un esfuerzo importante para los accionistas, y quizá lo infrautilice no obteniendo una buena rentabilidad del mismo.
Continuación...
Suscríbete a nuestro Magazine
Recibe Artículos, Conferencias
y Master Class
Finanzas
Finanzas
Finanzas
Comentarios